Capítulo 26: Desde el anochecer hasta el amanecer

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Nicola


Salgo de la casa de Heaven para dejarla hablar a solas con su padre. El señor Schmidt tenía que explicar y detallar específicamente todo lo nuevo que vendría a la vida de mi novia. «La vida de un mafioso era mucho más que dinero y lujos exurberantes» De ahora en adelante la seguridad de la castaña estaba mucho más cerca a ser perjudicada. La muerte de su madre fue sólo el primer paso para el castigo de Carter Schmidt y su linaje. «Más muertes están por venir»

Camino hasta mi auto que se encuentra aparcado al frente de la casa y me subo a éste, ignorando las miradas de las personas del barrio. «A pesar de las semanas, la muerte de Elizabeth Davis era un tema sin descanso» Creo que los mismos vecinos sabían que desafiar a la ex líder de la pandilla que controla toda esta zona, significa peligro para sus vidas. 

La mirada de una pequeña niña que da en dirección a mi auto sólo me hace pensar sobre las confesiones que me dijo Heaven. El ser testigo de las consecuencias que tuvo que sufrir para convertirla en lo que es ahora sólo me dejaba claro que el linaje de Carter Schmidt es mucho más peligroso de lo que se aparenta. «Y si es necesario, salvaría a la mujer que quiero de las garras de esa gente»

Boto un último suspiro y enciendo mi auto para ir en dirección a mi casa. Antes de que pueda doblar la esquina que lleva a la zona donde viven mis padres, hago lo contrario volteando a la derecha pasar por el cementerio general de Londres.

«Creo que hoy es necesaria una visita»

Diez minutos después, llego al lugar. Bajo de mi auto, colocándome unos lentos negros para evitar ser reconocido por los chismosos del barrio Newhham y me dispongo a caminar hasta la zona donde se encuentra la lápida de la señora Elizabeth, madre de Heaven.

La castaña no había regresado al cementerio luego del entierro y creo que no lo haría en mucho tiempo pues la herida seguía demasiado reciente para soportar el hecho de no volver a ver a tu madre. «Me dolía verla de esa manera» No puedo evitar suspirar por el pensamiento. No pensé que las palabras de Elizabeth serían más graves de lo que pensé para acabara de esta manera.

«Debí escucharla» Prestarle más atención cuando me abordó en la universidad.

Hoy tenía una cita con Heaven. «Creo que sería la octava» Iríamos a cenar a un bonito restaurante que quedaba cerca a la universidad. La preocupación de la castaña me estaba llevando a un punto entre la espada y la pared. Las ganas de confesarle sobre lo que sabía incrementaban tanto que ya no me sentía capaz de seguir mintiéndole a la cara.

«Espero que una salida pudiese relajarla» Era consciente que una cena no desaparecía todos los problemas que teníamos encima pero por lo menos, la ayudaría a calmarse y dejar de pensar que su vida corría peligro. «Dejar que disfrutara por unas cuantas horas la vida de una pareja normal» Me encontraba tranquilo respecto al restaurante ya que era un lugar agradable y me lo habían recomendado porque la comida era muy deliciosa.

Sonrío caminando, con un ramo de flores en la mano mientras entro a la propiedad de la universidad para ir al piso de mi novia. La castaña me estaría esperando para llevarla a la cena aunque no me dijo lo que haríamos luego de la cena. «Aunque tenía varias cosas en mente» Mi mente pervertida explora en las distintas escenas que haríamos Heaven y yo, pero el ruido de una piedra a mi cuerpo me hace ponerme alerta.

—¡Psst! —escucho a mis espaldas pero lo ignoro creyendo que no es para mí— ¡Psst! —vuelvo a escuchar y esta vez si me detengo. Giro mi rostro a ambos lados pero no veo a nadie. Llevo mi mano a mi espalda en acto reflejo para coger la pistola pero cierro los ojos y maldigo bajo al recordar que había dejado mi arma en mi cuarto— ¡Psst, Nicola! ¡Aquí! 

Paradies © | Borrador 2020 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora