Cap. 164: Tus palabras duelen

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Al siguiente día, Frieda dejó el castillo, fue enviada a la ciudad del Este donde Janis le compró una pequeña casa por consideración a su pequeño hijo...

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Ahora que Vlad y el conde se habían separaron Janis estaba más tranquila ya que podía andar libremente, no había temor a que fuera reducido a cenizas si el sol tocaba su piel; Walter dio una explicación pública sobre el cambio físico de Vlad...

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Una tarde, Alek entró al estudio de Janis y le pidió platicar a solas, ella le dijo a Yohan que saliera y se sentó en el sofá para comer las galletas que le había llevado

-Alek: Quiero pedirte un favor *sirviendole un poco de té* ¿Podrías permitirme salir en mis días libres? *sonriendo* Extraño salir a divertirme y conocer chicas lindas

-Janis: *suspiro* Kyu dice que te controlas bastante bien, así que puedes salir... *pensativa* Haré tiempo mañana para hacer pruebas contigo, si tu piel puede soportar el sol, entonces puedes salir en tu día libre

-Alek: *emocionado* Gracias mi hermosa flor silvestre, *dándole un beso en la mano* estoy tan feliz de servirte y que me hayas convertido en tu guardian *sentándose en la alfombra para abrazarle el pie*

-Janis: No te tomes muchas confianzas, *riendo* si Vlad te mira te castigará por acercarte tanto a mí

-Alek: *posando la cabeza en la pierna de Janis* Fuiste mi primer amor y aunque me castigue no me quitará mis hermosos recuerdos... *sonriendo* Si tu madrina no hubiera mandado a mi familia al pueblo norte, estoy seguro que hubiera ganado tu corazón y ahora sería tu esposo

-Janis: Solo teníamos quince años entonces, acabábamos de recibir nuestros espíritus Colosales, *sonriendo* además, eras el típico chico guapo que todas las chicas seguían, así que solo te veía como un amigo, un chico lindo con un buen gusto por la cocina... Y me encantaban tus platillos

-Alek: ¿Amigo? Tus palabras duelen más que los castigos de tu marido *riendo*

-Vlad: *entrando* Así que esa es su historia... *sonriendo molesto* Estoy ansioso porque le permitas salir a divertirse con otras chicas y deje de acercarse tanto a mi mujer

Se acercó a ella y le dio un beso en los labios mientras Alek se levantaba de prisa de la alfombra para salir del estudio

-Alek: Con permiso, nos vemos luego su majestad *cerrando la puerta*

Solo se escuchó que Alek corrió y Janis se quedó sola tratando de escaparse de Vlad, él le dijo que la castigaría por haber guardado su historia con Alek

-Janis: *empujándolo* Tú nunca preguntaste nada, de lo contrario te lo hubiera dicho... *sonrojada* Sueltame, no puedes atacar de este modo a la reina

-Vlad: *acostándose sobre ella en el sofá* ¿Cómo que no puedo? Lo estoy haciendo, *sonrisa traviesa* puedes llamar a los guardias y decirles que me saquen por la fuerza si deseas *besándola*

-Janis: Eso no se vale... *dejando de forsejear* Atacas a tu reina solo porque estás celoso *haciendo puchero*

-Vlad: Denunciame si quieres, *quitándole la blusa* pero antes dejame divertirme contigo... *agarrando la mano de Janis para ponerla sobre su miembro* ¿Ves como me pones? debes hacerte responsable de mí *sonriendo*

-Janis: Eso no es culpa mía *llorando internamente*

-Vlad: No te preocupes, te prometo que tú también lo disfrutarás *sacando la lengua*

-Janis: No quiero esa cosa dentro de mí, *sonrojandose* eres un demonio, tu lengua es larga y se siente raro

-Vlad: ¡Pfffff! *riendo* Lo sientes raro pero te gusta, *quitándole el pantalón* no recuerdo que te molestara en nuestra boda de sangre

-Janis: Me diste un afrodisíaco entonces, *viendo hacia otro lado* así que esa vez no cuenta

Vlad la tomó del rostro y la besó, luego se quitó la ropa y la empezó a penetrar lentamente... Al siguiente día Janis llevó a Alek al patio trasero para hacer unas pruebas con él, le dijo que pusiera su mano al sol, cuando vio que no se convirtió en cenizas le dijo que saliera, pero cuando vio hacia el cielo cayó arrodillado tapando su ojo derecho

-Alek: Duele mucho

-Janis: Ven de nuevo a la sombra, *ayudándole a levantarse* déjame ver tu ojo

Cuando Alek apartó su mano Janis se sorprendió al ver su ojo de color gris, Alek le dijo que no podía ver nada con el ojo derecho, así que le ayudó a sentarse y se mordió la mano para darle de beber un poco de sangre, su ojo izquierdo se puso rojo y después de beber la sangre, su ojo derecho se volvió a poner rojo, lamió la mano de Janis hasta que cerró la herida, luego su ojo izquierdo volvió a ser azul

-Janis: Puedes salir, pero debes usar un parche en el ojo derecho, es extraño que solo cambiara uno de tus ojos, pero bueno... *suspiro* Yo no soy un vampiro común, así que no espero que seas como los otros *sonriendo*...

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Amor, pasión y sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora