Capítulo 9. 1/2

122 13 6
                                    

Narra Craig 1/2

Tenía sus manos entre las mías, dándome ese poder que anhelaba con él, corrió una energía placentera por mi cuerpo tras su cercanía con el mío y a la vez unas ganas incontrolables de besarlo, pero tenía que tener cordura ante Tweek. Me acerqué lentamente a su oído susurrándole.

- Así que... ¿harás cualquier cosa? - presione levemente mi pecho contra su espalda que por cierto estaba cálida ante mi espesor. –

- Sí...realmente quiero que estemos bien, me haces bien...Craig. – Mi cuerpo se estremeció al oír esas placenteras palabras venir de sus labios entreabiertos, mientras miraba hacia un lado con sus mofletes color carmel, cosa que se me hizo realmente tierno. Lo solté y lo giré lentamente mirando hacia a mí. –

- Sabes que yo te quiero de otra manera y me es difícil teniéndote como amigo...lo sabes ¿verdad? – Tweek me miró y agachó levemente su cabeza y luego la alzó nuevamente hacia a mí. –

- Pero quiero tenerte cerca, algo de mí anhela sentirte de alguna manera, pero no de esa forma que tú crees, sólo...quiero que permanezcas conmigo. – Dijo con una leve sonrisa en su rostro. -

- Está bien, pero tú tendrás que hacer algo por mí. – Lo miré de manera pícara y en cuestión de segundos sus mejillas estaban más rojas que las paredes. –

- ¿Qué quieres que haga?

- Ven a vivir conmigo. – Dije en un tono serio mirándolo de manera directa hacia sus ojos verdosos. –

¡¿Estás loco?! – me empujó bruscamente y realmente estaba exaltado por lo que le acababa de decir. -

- Tweek, tú dijiste que harías cualquier cosa para que estuviera bien, y eso es lo que te estoy diciendo. – Me observó de manera desconcertada mientras yo contenía mi risa que estaba próxima a asomarse. – Si no, creo que seguiré igual de triste.

- Lo pensaré, pero no te prometo nada. – De repente me empujó y salió casi que, corriendo de la oficina, sin siquiera dejarme responder.

De mi cara no se borraba esa sonrisa de satisfacción al verlo de una manera tan vulnerable ante mí, y es que todo de él me encantaba, su sonrisa, sus mejillas e incluso su forma infantil de actuar algunas veces, pero me duele saber que no es algo correspondido, y aunque sé que me será difícil si acepta vivir conmigo, será reconfortante saber que lo tengo cerca de mí, que puedo sentirlo y ver su apolíneo rostro en las mañanas, recibiéndome, o yo recibiéndolo a él luego de un largo día de trabajo, y aunque sólo seamos amigos, haré lo posible por tenerlo, por tener su corazón.

Caminos Unidos.Where stories live. Discover now