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Mi cuerpo no puede sostener el peso de mi alma, es grande el peso que ahora tiene por todo lo que está intentando corromperla, a veces me olvido simplemente del sentido, ¿tiene que tener un sentido?, O simplemente puedo disfrutar sin preocuparme de nada, sin hacer preguntas, sin querer respuestas, solo estando en el momento presente, disfrutando de sus sensaciones.
Aquí estoy, siento como libero en cada letra algo que no quiero dentro de mi, me niego a que sea mi habitante y le doy un hogar aquí, en esta hoja blanca, en esta pantalla que parece dar luz pero en realidad la roba, apaga las miradas, las distrae del maravilloso mundo que transcurre a su al rededor, en un mundo virtual, estás viviendo dos realidades en una misma, un mundo real y uno virtual, no eres el de las fotos, no eres el del texto o los comentarios, esa es la forma que le diste a esa realidad, no te has mostrado transparente, actúas de otra forma cada vez que escribes o haces un vídeo para compartirlo, ese no eres tú, tu no actúas así.
Y estás llevando esas distorsiones a tu realidad física, no logras ser del todo transparente, no le temas al cambio, deja que te vean llorar, que eres humano, que sientes como todos, que llorar es natural, tienes que ser muy fuerte para permitir que te vean ser débil.
Hay muchos cables que conectar, mucho por ordenar, mucho que aprender, hay un mundo esperandote, miles de mundos, bellos, pacíficos, hermosos paisajes, hermosas personas, hermosas experiencias, pierdete para que no te pierdas, no te dejes engañar de tu mente, el mundo es grande, los edificios nos ocultan eso, pero aún podemos mirar pequeños huecos de cielo, que nos dan esperanza, hay algo más, más allá de esos huecos, la gente de ciudad se olvida que hay un cielo, uno que habla a su manera, que tiene el mapa de su funcionamiento a la vista de todos, de todos aquellos que puedan ver el plano físico.
Pero se nos olvida su existencia, hasta que un día brilla, nos muestra sus colores y nos saca una sonrisa "Que lindo atardecer!"
Pero se va, y nos deja oscuridad y nos escudamos en luces artificiales, que poco a poco contaminan nuestra vista y nos impide ver lo que dicen las estrellas, que tonto humano, que pone un poste de luz y apaga las estrellas, poco a poco te robas la paz, por ir en contra de tu naturaleza, el humano es un animal que pensó haber encontrado el sentido pero que poco a poco se fue distorsionado hasta acabar en un mundo que no funciona correctamente.
Yo soy ese humano, que siempre piensa encontrar un sentido, pero se ve opacado con los días.
Y a veces soy lo que no quiero ser, y sigo alimentando el miedo.
Tengo miedo de... En realidad tengo más miedo de quedarme en esta realidad aburrida, simplona, triste sin sentido a todo lo que tengo que hacer para salir de ella.
Con mis miedos más superficiales he perdido parte de la experiencia parte buena de la experiencia.
Todos esos miedos me ganan y me impulsan a escribir cosas que no quiero, cosas que no soy, en este momento simplemente veo como mis dedos se mueven impulsados por una energía que envío desde mi centro desde mi consciencia, ya sé lo que es una consciencia, ya sé cómo funciona, y me encuentro muy cómodo en este lugar, por qué soy consciente, un ente que ocupa un lugar en la consciencia, aquí puedo detallar mi mundo, sin perturbaciones, estoy en un lugar totalmente diferente, otro estado mental, mi consciencia es amplia, puedo centrarme afuera, a todos los detalles de mi mundo 3d pero también puedo estar adentro, en mi mundo etéreo en mis pensamientos, mis recuerdos, sensaciones, todo lo que sucede dentro.
Puedo mirar los dos mundos a la vez.
Me duele la espalda, desde hace tiempo, cada día lo sé, cada día lo siento, ese dolor puede dejarme inmobible en unos años, pero todo me importa tan poco en mi estado... No sé cómo llamarlo, todos lo llaman "sobrio" pero para mí es el estado de ceguera colectiva más grande y dañina de esta sociedad.
Ese estado en el que no me importa mi dolor, no me importa el dolor de nadie y así vivo, sin darle importancia a nada, y cuando entro a mi consciencia noto todo ese daño y poco aprecio que me tengo.
Quiero quedarme aquí, donde si importa mi dolor físico y emocional, donde si me importa apoyar a papá, donde si importan los abrazos, donde si llenan, donde si parecen quitarme de encima un dolor.
Quiero quedarme aquí, donde amo la vida, donde la vida me ama, donde el miedo está presente pero como un profesor, que me enseña lo bueno y lo malo de la vida.
Aquí, donde no borro nada de lo que escribo por miedo a que no acepten mi manera de expresar mis pensamientos, he seguido muchas reglas, me confunden, pero cuando calmo esos pensamientos todo fluye, no hay reglas literarias, no hay nadie que diga lo que está bien o lo que está mal, no hay un nivel de escritura al que deban llegar mis palabras.
Solo deben llegar y ya.
Aquí están mis palabras, para el afortunado humano que de alguna manera está leyendo esto.
Agradezco tu tiempo y tu atención.
Te hablo de esto fuera de este mundo, con otra perspectiva diferente a lo que ves del mundo, tal vez una perspectiva más plana y menos significante para tu experiencia como creatura consciente.
Hay mucho más, más de lo que vives a diario, más de lo que parece ser este mundo, hay mucha más magia, mucho más amor, muchas energías que no podrías entender hasta reparar todos esos sesgos mentales que te roban atención, eres un alma que tuvo la fortuna de nacer en un humano, sea como sea tu forma, tu rostro, tu peso, tu color de piel, tus ojos... Al final nada de eso tiene importancia, es tu empaque, tu contenedor, que obtuvo tanta consciencia de si mismo que se olvidó del alma, y comenzó a vivir por sensaciones físicas, carnales, 3d.
Y se olvidó del potencial interno, o no del todo, en unos humanos ese poder interno logra exteriorizarse ser uno con el físico, cuando alimentas el alma el cuerpo pierde poder de consciencia, y gana la consciencia interna, y entras a otro plano, puedes desconectarte totalmente del cuerpo para quedarte en el astral, meditar no es más que alejarse del cuerpo físico, de sus sensaciones, de sus emociones, de sus recuerdos, de sus dolores, te desconectas del cuerpo para entrar en un estado espiritual más limpio, más visible.
Por el momento, lograr un buen acuerdo entre mi físico y mi espíritu es lo primordial, ser consciente de mi existencia, sin que lleguen preguntas que me distraigan de ella.
Mantener un equilibrio, sentir más amor, sanar mi cuerpo, llorar, escuchar a las personas, reír, no importa que te vean los ojos rojos, no importa, por ahora no es algo de lo que debas preocuparte.
Sonríe y recibe esas buenas energías, baila y recibe esas buenas energías, canta, sin prejuicios, lo que sea pero que libere.
Habla desde el corazón, siempre.

Cielo que no llueveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora