Veo dos policías cerca a la cinta, que divide la vida de los espectadores, de la muerte de la víctima. Con un respiro hondo, tomo el valor suficiente para acercarme a los policías y pedir información, me siento motivado, soy el único medio de comunicación en el área, ¡que fortuna!.
Me acerco a uno de los policías y lo primero que hago es estirar mi mano para presentarme. El hombre me mira de arriba a abajo sin inmutarse, mientras sostengo mi mano proceso él porqué este servidor público parece mirarme con asco, recuerdo que estamos en plena pandemia y yo, un joven mechi pintado, sin tapabocas, con una cámara en el cuello, estoy en la escena de un crimen intentando darle la mano a un policía.
De repente paso de ser el joven heroico en el que medio barrio tenía puesta su esperanza, a ser un niño irresponsable, con la voz temblorosa, jugando a ser periodista.
-Hola, mucho gusto "Stiven ospina" de la revista "el muro", digo con la voz de una niña que pide a su papá ultraconservador que la deje ir a una fiesta. - ¿puedo saber qué pasó?, el hombre me mira y dirige su mirada a otro hombre dentro de la escena que parece pedirle explicación del porqué yo estoy ahí. - toca que hable con el general. Me dice el policía, me dirijo al general y repito la misma frase pero con un poco más de confianza y sin estirar la mano. - Hola, mucho gusto "Stiven Ospina" de la revista "el muro" ¿puedo saber qué pasó?. Inmediatamente pude notar en su mirada que la respuesta sería negativa. Así lo fue.
- no, no, no. y eche para su casa que estamos en toque de queda.
Ya en casa no podía dejar de pensar en la situación, me sentía mal, no por el asesinato, si no porque había salido por el camino del heroísmo, en busca de respuestas y había regresado por el mismo camino, ahora convertido en fracaso, con más preguntas que antes, con la cabeza entre los hombros, respondiendo "no, nada" a los "¿si averiguó algo?".
Tardó al menos 15 minutos en propagarse la noticia por redes sociales y más que doler o causar malestar el "hallado cuerpo descuartizado en una lona" molestaba más que no fuera una nota redactada por mi equipo, con mis fotos, con mis datos.
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Cielo que no llueve
Diversos"Ya no me siento en la cama, y no hablo de sentarme, hablo de sentirme" Sin saberlo poco a poco perdía la fuerza de mis emociones. Hoy me encuentro en un limbo, en un estado neutral, desconectado, observando como mi cuerpo se encarga de todo, vivie...
