CULPA

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No hay otra fuerza que me levante más que la física, cada día es una lucha constante conmigo mismo, abro los ojos y la luz inunda mi cuarto azul y blanco, me pregunto si a alguien normal esto le produciría algún tipo de sensación, cierro los ojos nuevamente, desagradecido por esta realidad, no me levanto de mi cama hasta no sentir saciedad de sueño.
No hay motivos para salir de mi cabeza somnolienta.
Recuerdo cuando fuerzas mayores a las físicas me levantaban, una motivación que recorría mi cuerpo y lo llenaba de fuerza, cuando estaba en la banda marcial del colegio y el sólo hecho de ser parte de algo, de hacer música, de aprender y compartir con mis compañeros era más que suficiente para estar despierto un sábado a las 5:00 am.

Hoy es sábado y son las 5:00 am, pero este es un sábado que no se siente sábado, un sábado que no inspira, que no alegra, que no descansa.
Estoy despierto a esta hora por puro compromiso, sigo buscando razones para salir de mi cama, de mi casa y de mi cabeza, decidí ayudar a papá en su negocio, y realmente desearía que la fuerza que me despertara fuera el amor por el, pero hay otra fuerza menor que nunca igualará al amor y es la culpa.
Siento culpa por dejar que todo se fuera a la mierda, que las bolsas bajo sus ojos se hicieran tan notables, que el espejo congelara ese rostro pálido que lo miraba por largos segundos.
Papá no llora, o nunca nos ha permitido ver su dolor, es fuerte... Eso diría cualquiera.
Para mi no es más que la representación más grande de debilidad, un represor de emociones, nunca se mostró transparente ante nosotros y eso moldeó y alimentó mi propia insensibilidad.
El acto de valentía que merece mi aplauso es el de ser real, y las personales reales lloran.
Tal vez, cuando papá llore yo lo haré con el, le daré un abrazo sin sentirme incómodo... Bah, a la mierda, no va a suceder.
Quiero convencerme de que lo amo, de que estoy agradecido y con mis actos busco pagar todo lo que me ha ofrecido.
Pero no es así, no hay amor para lo nuevo, no hay amor para el viejo.
Soy un ser culposo buscando sufragar el tiempo perdido en esta efímera existencia.

Cielo que no llueveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora