"Vuelves a llamarme así y te arrancaré las bolas" Claro, fue una amenaza... ¡Fue claramente una amenaza! Sonó alto y fuerte, sin ninguna pizca de arrepentimiento en ella.
Los que yacían en silencio como espectadores observaron con detenimiento mientras una pregunta les recorre la mente;
"¿Un ratoncito retando a un feroz lobo?".Son el tipo de anécdotas que nadie creería si no las vieran con sus propios ojos, imposible de creer para cualquiera, pero para las personas dentro de esa habitación, era real lo que estaban viendo. Tan claro como el agua y tan real como la tensión en el ambiente.
Todos, incluso el hermano menor, se mantuvieron en total silencio, no se movieron en lo absoluto y respiraron incluso muy despacio, sentían que su respiración era tan pesada que todos podrían escucharla. Así era el nivel de tensión en el ambiente. Palpable, visible y tan fina como una hoja de papel.
Es un silencio sepulcral que solo fue interrumpido por el hermano menor de aquella bestia feroz que reaccionó.
—Mike, basta... —Murmuro, aquel hombre de apariencia un poco más tranquila, cerca de su hermano, tratando de evitar cualquier final malo para Kyle —Es solo un Omega, quizá está ebrio... Ignóralo.
El joven Ibanovich deseaba ayudar a Kyle a salir de esto, sabe que nada bueno ha salido nunca de meterse con su hermano mayor. ¡Nada!. Mike es un tipo orgulloso, de semblante duro e ideales inquebrantables; la máxima expresión de la fuerza, la dominación y el sadismo.
Es alguien con una mente retorcida por ideales que le fueron plantados en la cabeza desde que tiene memoria; es alguien que no dudaría en sostenerlo con una mano y estrangularlo hasta la muerte.
Pero Kyle no parece entenderlo en absoluto, pues interrumpió a Rodrigo; aquel que desea salvarle el pellejo, y lo hizo de una manera ligeramente grosera:
—No estoy ebrio —Corrigió, fue fuerte y claro, audible para todos los presentes a su alrededor.
Kyle algo más que detesta en el mundo, es que lo traten como alguien tonto e inofensivo. Kyle es un Omega dominante con una feromona muy fuerte, digna de ser considerada incluso feromona alfa de la mejor calidad.
Es un alfa atrapado en el cuerpo de un Omega.
Y por ello, es que su orgullo y sus aires de superioridad son enormes.—Tienes una boca verdaderamente grande. Ratoncito. —Mike Ibanovich, no se dejó intimidar en lo absoluto.
Guio su mano que llevaba el puro hasta sus labios y lo mantuvo frente a su rostro con sus dedos largos y anchos mientras observaba firmemente a Kyle. En silencio, observando y analizando a quien tiene en frente. No como alguien inofensivo.
Luego, hablo;
—No eres alguien tan inofensivo después de todo.
—Soy mejor que tú y mejor que el resto. ¡Yo soy mej-
—No lo parece. —Interrumpió de una vez por todas su discurso de como es mejor y bla-bla-bla. —Si fueras inteligente, sabrías cuando quedarte callado. Eres un Omega. —Afirmo sin duda alguna —Uno dominante, claro. Tus feromonas podrían incluso someter a varios en esta habitación.
Para cuándo Kyle tomo conciencia de lo que esa... Bestia había dicho, se quedó helado.
Había dicho "Omega". No proceso bien hasta ese momento. Estaba tan acostumbrado en su antigua vida que le llamarán Omega, que olvidó que ya no sigue viviendo su antigua vida.
Además, en cuanto desmenuzó lo sucedido, se dio cuenta de algo aún más alarmante; Ese alfa lo había olido, había sentido una sutil, muy sutil feromona, incluso a más de dos metros de distancia, como si estuviera a un par de centímetros de su cuello. Una feromona que fue prácticamente suprimida por una fuerte cantidad de supresores. Una feromona que no debía existir como para ser percibida.
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EL PEQUEÑO DEL ALFA
RandomSolian llamarle, Joven amo Solian respetarlo. Solia ser libre Una apuesta, un alfa en extremo dominante y un amor equivocado fueron suficientes para arruinarle la vida a aquel que se autoproclamaba "Principe del poker. ¡Después de eso, deseara jamá...