EL PEQUEÑO DEL ALFA

Capitulo 6. Miedo.

—Te ves asustado...

—¡Dime claramente! ¿Qué deseas a cambio? ¡Déjate de rodeos!

El alfa lo miro fijo a los ojos y pudo ver algo extraño en ellos, algo diferente, antinatural… Anormal.

—¿Cuál es el color natural de tus ojos?

Nuevamente, soltó una pregunta fuera de lo común después de una intimidación. Ese hombre es impredecible. Un momento parece que está dispuesto a forzarlo a tener sexo, luego parece querer matarlo, después le advierte de su entorno, luego lo humilla y nuevamente lo intimida antes de soltar pregunta tras pregunta.

Es un patrón de comportamiento inusual. Impredecible realmente. No sé sabe si está molesto debido a su rostro hosco, o si está de buenas, ya que arquea sonrisas burlonas algunas veces que parecen solo buscar intimidar a su ponente.

No está seguro de si hay intenciones ocultas, pero puede estar casi seguro de que no habrá un trato especial por parte de ese hombre; jamás se sabe que es lo que tiene en mente. Es un enigma total.

—Veo que eres más inteligente de lo que espere —Murmuro ciertamente interesado —Además de ocultar bien tu rostro, te hospedas en este hotel. Eso explicaría por qué no pueden detectar cuando entras o sales de los juegos. Y decir que creían que te vestías de trabajador para entrar y salir.

Aquello fue una burla para aquellos que no pudieron descifrar algo tan sencillo. Le causaba tanta risa que hombres "tan inteligentes" para los negocios, fueran tan idiotas para el póker o para hacer funcionar la cabeza.

—Para todas las maravillas que me contaban de ti, incluso yo llegue a pensar que salias en un camión de entrega desde la bodega  —Soltó una sonrisa ligera —Dijeron que te encontraron en casas de apuestas en barrios bajos. Con un perfil así, no creí que serías capaz de gastar ochocientos dólares por noche en una habitación de este hotel.

—¿Me estás llamando pobre? —Gruño ofendido —En verdad eres horrible.

—Parece que en cuanto te bajaron de tu pedestal, tú también lo hiciste contigo mismo. Perdiste respeto —Insinuando una caída de autoridad y poder, Mike dio a entender dos cosas; Kyle solo estaba fingiendo ser algo que no era y; que todos a su alrededor lo deseaban muerto.

Y claro, Kyle no podía manejar mentalmente una humillación así. Se volvió emocionalmente débil, debido al baño de feromonas, y se dejó guiar en todo momento por sentimientos mezclados y arraigados al instinto.

Pero se cansó de esa mierda. Se cansó de que le vean la cara de idiota, teniendo que aguantar mierdas de un tipo enfermo.

—¡Dime qué deseas justo ahora! ¡Acaba de una vez por todas con esta mierda ridícula! ¡Apostaré lo que tenga que apostar y estaré listo para perder!

—¿Lo que sea?

—¡Lo que sea! —Contesto sin duda alguna mostrando la frente en alto, plantándole cara al alfa en un último estallido de orgullo.

—Deseo ver qué hay debajo de ese velo...

Pero la respuesta nuevamente fue impactante e inesperada.

Kyle, que creyó que sería asesinado, no espero nada parecido a lo que el tirano contesto. Fue como pedir un golpe y recibir una caricia.

—Mi rostro... —Murmuro confundido. No entendiendo como es que Mike Ibanovich sería capaz de pagar más de un medio de millón por ver el rostro de un desconocido, que además, es su contrincante.

Retrocedió pensando en lo peor. Cree que será expuesto abiertamente al mundo entero; "Kyle Dillon, el hijo menor Omega de Henry Dillon fue visto en una casa de apuestas ilegales" y obviamente eso no quedaría allí; su familia entera sería humillada por ello. Sus parientes políticos, sus abuelos, sus hermanos quedarían expuestos ante tal error.