Luego de que Kyle colapsara en brazos de Bruce, este, aterrado, lo llevo dentro de la casa y llamo a un doctor.
El pobre alfa, tan enamorado de Kyle, siente que se le derrumba el corazón al ver a su pequeño y anhelado Omega en pésimo estado.
Tiene un par de pequeños moretones en las mejillas; las marcas de los dedos de Mike Ibanovich que le sostuvieron con fuerza desde la mandíbula.
El rasguño en su bonito y bien cuidado rostro también es notable cerca de su pómulo derecho, haciendo que la tersa piel de leche del joven se vea mancillada.Y claro, la cosa no termina allí, va de mal en peor, de hecho, la cosa fue mucho, mucho peor desde allí.
Bruce, aunque sabe que el joven lo reprochará después por hacer lo que hará, lo hace. Lo comienza a desvestir con la única intención de cambiar aquella incómoda ropa bañada de feromonas, por algo mucho más ligero y cómodo, que no haga sentir tan fatigado al omega durante su sueño.
Pero, cuando fue quitando la ropa de poco a poco, se percató de cosas que parecen mucho más aterradoras que un par de rasguños en el rostro…
Hay una hinchazón en su frente, un par de pinchazos de agujas en la muñeca derecha, y una herida profunda cerca de uno de sus hombros. Y claro, lo peor; unos cuantos rasguños en su cintura.
—Mierda, mierda —Lo primero que el joven alfa pensó, fue que Kyle había sido forzado a mantener relaciones sexuales.
Los indicios están allí, hay moretones en su cintura y espalda. Se ven terribles, la zona está hinchada y roja… Sus rodillas tienen roces por fricción…
—Mierda, no es posible —Susurro con el corazón en la mano bajo la terrible culpa de haberlo dejado ir solo a casas de apuesta.
Siente que es su culpa que le haya pasado tal cosa. Debió estar allí para cuidarlo.
—Mierda… —En serio que no podía con el shock que le provoco tal suposición. No se puede imaginar a su pequeño Kyle llorando por culpa de un alfa. Kyle tiene feromonas fuertes, más fuertes que cualquier Omega, así que, el alfa que le hizo tal cosa… Debía ser diez veces peor.
Trago saliva de solo imaginar el tirano que hizo tal atrocidad.
Y como no podría ser un tirano. El joven alfa puede sentir el horror de esas feromonas tan macabras y aberrantes, que podría estar casi seguro que el hombre que hizo tan atrocidad, podría olfatear a Kyle desde en centro de Manhattan.
Ante un hombre así, una presencia desconocida que terminó impregnando sus feromonas en Kyle como advertencia, no puede hacer nada.
No puede hacerlo solo.
—Debo llamarlos… —Murmuro para sí mismo, brutalmente nervioso.
Los hermanos Dillon… Estaba tan preocupado por su Kyle que olvidó las amenazas que le hicieron aquellos alfas ese dia.
“Ajustaremos cuentas contigo si no lo regresa a la de ya" amenazó el segundo hermano.
"Tu cabeza corre peligro, Harpper" amenazó también el tercer hermano.
"Tienes tres días para regresarlo" Fue lo último que dijo Becker, el mayor, antes de que el trío se marchase. A Bruce se le puso chinita la piel ante las amenazas.
No lo puede olvidar, está seguro de que las feromonas de esos alfas yacen aún en su casa como el recuerdo constante de que no debe olvidar aquellas palabras.
Terriblemente, su tercer día de plazo había finalizado, aún peor, Kyle volvió lastimado.
Los hermanos lo iban a matar, no cabía duda de ello. Mierda, lo golpearían hasta romperle todos los huesos del cuerpo.
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EL PEQUEÑO DEL ALFA
RandomSolian llamarle, Joven amo Solian respetarlo. Solia ser libre Una apuesta, un alfa en extremo dominante y un amor equivocado fueron suficientes para arruinarle la vida a aquel que se autoproclamaba "Principe del poker. ¡Después de eso, deseara jamá...