Cap II Inicio del pecado

21 0 0
                                        

-Bueno hay te vez- se paro del sofá y salio de mi casa, vaya si que es bipolar primero amable luego no, en definitiva este chico era bastante especial.

Me dirigi a mi cuarto y derrepente senti como alguien colocaba su mano en mi hombro, di media vuelta y estaba el angel Emanuel frente a mi -Vaya hace tiempo que no nos miramos- dije sonriendo - Asi es Uriel, hace tiempo que no, nos vemos- me sente en la orilla de la cama ¿ Y porque has venido? Digo es algo .... me agarraste de sorpresa- el sonrío mostrando su dentadura blanca y perfecta - Creo que tu forma de expresarte a... cambiado un poco cierto.

-Un poco, pero no evadas mi pregunta- él extendio su mano, dejandome ver un pequeño colgante - lo tome poniendo una cara de sorpresa y curiosidad - Es para mi.

-Si, mira cuando tu estes con las personas se tornara de diferentes colores, el blanco indoca pureza, el negro al contrario indica maldad, esta el rojo... cuando se torne rojo es por amor, es una persona que te ame y por ultimo azul, cuando se ponga azul es porque estas con el alma que buscas- mire mas fijamente el colgante, este era en forma de gota de agua y era un blanco transparentuoso, en el medio se distinguia la silueta de una flor -Es muy bonito en realidad ... pero... entonces esto me ayudara a saber a quien busco- Emanuel sonrio y despeino mis cabellos - Si, pero ten mucho cuidado, porque no solo muestra el alma de las personas, tambien te muestra aquello que tu quieees ai tus sentimientos por ello son muy fuertes.

-Tranquilo, sigo sabiendo que los sentimientos humanos no los podemos tener - él suspiro y me miro extraño - Cuidate, porque Dalif la vidente de los sueńos tiene una prediccion no buena para ti- le mire extrañado ha que yo jamas cometeria una falta por nada - Sabes que jamas aria nada malo - le dije feliz y seguro.

-El amor llega, pero ten mucha suerte con tu misión- seguido de eso se desvanecio, dejandome con la duda de aque se referia; me cambie de ropa y recoste en la cama, teniendo en mi cabeza lo dicho por Emanuel

"El amor llega..." aque se habria referido con ello, me quede completamente dormido twniendo eso en mente.

Desperte por la maña y ya era tarde para clases, me levante rapidamente, tirando todo lo que estaba a mi paso, me meti a bañar cambie mi ropa y corria la cosina donde me cai porque el piso estaba resbaloso, me levante y tome una botellita de jugo que habia en el refrigerador, con ella en la mano corri como pude y tome un taxi.

Al llegar Ana estaba estudiando como siempre, mientras Jorge leia un comic, despues me dijeron que los otros dos habian terminado en direccion, por hacer un gritadero en clase e interrumpir al profesor.

Las clases fueron algo aburridas pues era viernes y era el dia en que nos daban pura teoria hacerca de la materia; al salir Ana se fue con Jorge ya que los otros dos tenian que quedarse a hacer labor social.

Ya que era viernes me tocaba descansar en el trabajo y decidi irme directo a casa, iba caminando cuando mire a un señor en el piso al pasar a su lado el colgate que Emanuel me habia dado brillo de color blanco, mas adelante habia un niño y al acercarme a el, un color negro aparecio en el colgante.

Al parecer las personas no eran como realmente se veian. Al estar frente a un local me quede viendo ya que habia un especial de pinturas para tela, estaba muy atento observando cuando senti como alguien chocaba contra mi haciendo que callera al suelo, al pararme vi a Rafael quien se sobaba el brazo por el impacto.

-!A caso eres tonto, no deberias estar como bobo parado en medio de la pasada¡- dijo enojado, depronto escuche que alguien gritaba "Ahí esta y tiene otro compañero" -Maldición-dijo Rafael y jalo de mi brazo -¿Por qué yo tengo que correr? - le pregunte mientras era jalado -Te miraron platicar conmigo imbesil- corrimos hasta que unos tipos se pusieron frente a nosotros, uno era alto y regordete, mientras él otro era un poco mas bajo pero con mucho musculo -Preparate para defenderte- no puede ser no otra vez, definitivamente este chico era puros problemas -Yo creo que no- iba a dar la vuelta y salir corriendo, cuando mire a otros dos tipos detras -No puede ser- después de un rato la paliza dada por esos tipos termino.

Me levante del suelo como pude y toque mi rostro ya que sentia que ardia mucho, suspire; mire a Rafael que seguia tirado y camine hacia él - Acaso piensas quedarte ahí tirado todo el día- este me miro, tenia el ojo inchado, sangre en la boca, muchos moretes en donde se podian ver.

-Creo que por suerte no traian navajas- se puso de pie pero a el definitiva le habian pegado mas que a mi y cuando se paro por completo mire como se tambaleaba al caminar, lo tome por los hombros -Vamos deme a donde te llevo- el me indico por donde y llegamos a una casa de dos pisos sin color, entramos y me dirigi al sofa que era el que me quedaba mas cerca; lo recoste en el.

-Gracias- me dijo sin exprecion en su rostro -¿Tienes algún botiquin?- le pregunte ya que tebia que curar sus heridas.

-No entiendo porque eres tan amable, la gente no puede ser así- en sus ojos habia algo de tristeza y dolor -Solo dime donde esta- me señalo el lugar y fui buscar, habia un monton de cosas en ese lugar y todo metido en cajas por lo que tuve que buscar bien, cuando lo encontre saque varias toallitas y un desinfectante.

-Siempre que te encuentro estas en problemas - le dije mientras le limpiaba- Pues a ti te gusta encontrarme en el momento menoa correcto- respondio, yo rei y el también lo hizo-.

-Es un bonito colgante- me dijo mientras lo sujetaba -hace un momento se a puesto de varios colores, pero ahora solo esta azul- mire el collar y estaba de un azul claro muy hermoso -No puede ser, eres tu...- me quede pasmado viendo a Rafael, como podia ser que el Arcangel Gabriel fuese ....Rafael, eso era completamente imposible.

PecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora