Pecados

Cap 4 Veneno

Caminabamos por las calles, se escuhaba el ruido de los coches, de las personas riendo y hablando, el aire que este día en especifico estaba bastante fuerte y por momentos se dejaba notar.

-¿Te ha gustado él trabajo ?- le pregunte esperando a que este me respondiera - Para ser sincero no mucho, creo que es algo muy estupido que te pinten a modelos perfectos en las revistas... y tompoco me a gustado que me hayan tocado por todas partes, digo es algo incomodo- me quede plasmado, su voz era realmente tranquila, claro comparandole con otrás ocasiones, su andar era muy tranquilo, le observe un momento; él llevaba sus manos en el bolsillo, miraba hacia enfrete como si estubiera viendo algo realmente interesante.

-Me alegro que te haya gustado, la verdad pensé que me dirias que no y me cerrarias la puerta en la cara- una risilla salio de mi, cosa que intente ocultar tapando mi boca -Tranquilo, puedes reir, no es comosi te fuera a pegar-.

-Y ...dime ¿Te gustaria ir a tomar algo?- él me miro de reojo y yo solo trate de no ponerme nervioso -Estaria muy bien, pero solo si tu pagas y claro si yo te digo adonde ir ya que... digamos que no pareces de esas personas que sepan divertirce- Llore por dentro, apoco me veia poco divertido -Esta bien yo invito, y vamos a donde tu gustes- Le segui hasta un bar donde al entrar no me daba buena espina; parecia un lugar muy bueno y lo confirme, al entrar por completo podias ver a chicas en muy poca ropa bailandole a los chicos, rosando sus cuerpos, personas completamente borrachas y otras como fuera de si mismas.

Llegamos auna mesa donde nos sentamos y él pidio una bebida, que yo realmente jamas había escuchado, claro en todo el tiempo que llevaba aqui, suspire ysegui viendo el lugar -Espero te guste bailar, porque por eso te traje a este lugar, es el único que tiene de todo tipo de música y conozco al DJ así que podemos bailar lo que queramos- le mire con ojos de sorpresa -Creo que para eso ocuparias una chica no crees- le respondí.

-Pero si tu vienes conmigo, para que ocuparia a alguien más- llego la camarera con lo que habiamos pedido y le di un trago algo nervioso, acaso no le importaba que los dos fueramos hombre, digo eso es realmente extraño -Es...que... los dos ...somos...- él sonrio - No me digas que eres de esos chicos religiosos o que estan encontra de las personas homosexuales-.

-No claro que no, solo que digo, si es un poco extraño, ya que aqui hay muchas chicas - mire a las bailarinas- Y creo que no les importaria bailar contigo, aparte yo no se bailar- me miro algo divertido, mientras tomaba de su bebida -¿De que te ries?- le dije haciendo un gesto de enojo -Nada, solo que pareces niño pequeño con esa cara que pones y te miras realmente muy tierno- al escuchar eso mi cara comenzo a arder, "¿Qué clase de comentarios son esos?" pensé.

-Ven me jalo hacia la pista de baile- coloco mis manos en sus hombros y él puso las suyas en su cintura -¿Que...- me miro de una manera muy extraña, sus ojos estaban serios, pero dentro habia algo que no sabía con exactitud que era -Mira al rededor, hay muchas parejas de chicos y chicas, no creo que les moleste una más- baje la mirada, algo apenado por la cercania entre nosotros.

La música que estaba era lenta, era una canción con el nombre de Your Guardian Angel.

-Intenta seguir mis pasos- Yo le hice caso, pero justo cuando comenze a agarrar el ritmo unas chicas llegaron y me hicieron a un lado, pidiendole a Rafael que bailara, este me miro y yo con la cabeza le indique que si. Me fui a sentar a la mesa y al llegar un chico me puso una nueva bebida.

-Yo no pedi nada- le dije con amabilidad, por si se habian equivocado.

-Es nuevo en el lugar cierto- dijo el chico, yo asenti -Bueno a cierta hora el bar regala a cierta cantidad de mesas una bebida especial y en esta ocasion le a tocado a usted- me sonrio y yo le di las gracias.

Al momento llego Rafael y me pregunto de las bebidas, le dije lo que el chico me había dicho a mi, este sonrio y tomo la bebida con emocion -Ahora toma la tuya y disfrutemos del lugar- yo le mire indeciso sin saber si hacer lo que me decia o no, pero finalmente su sonrisa me convencio.

Tome aquella bebida y Rafael me jalo a la pista, pasaron como dos minutos y me sentia feliz, inexplicablemente, mi cuerpo se sentia relajado y la música me hacia querer bailar; comenzo a sonar una cancion que me agradaba mucho.