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A la mañana siguiente, ya bañadas, cambiadas, y toda esa mierda, bajamos. Todas llevábamos ropa más grande que nuestra talla. Agarramos unos lentes típicos de estudiante - que no tenían aumento - y ya estábamos casi listas, sólo faltaba la estúpida cola de pelo. Yo la odiaba porque te arruinaba el pelo, pero bueno, mi outfit no está completo sin eso.
Agarramos nuestras mochilas y nos subimos a mi auto. Lo dejé a unas cuadras y comenzamos a bajar con unos minutos de retraso para llegar las tres separadas, ya que, supuestamente en la escuela, no nos conocíamos. Dejé el auto a unas cuadras porque, ¿Quién iba a pensar que la nerd de la escuela tiene un Ferrari? Exacto, nadie.
Yo fui la última en salir. Cerré el auto y me dirigí despacio hacia la escuela. Veía a Rizz a unas cuadras adelante de mi, casi entrando a la escuela. Personas voltearon a verla, y sé que se está conteniendo para no joderlos a todos juntos. Siempre pasa ésto, de echo, a las tres. Nos calmamos un poco contando hasta diez, y si la irá no bajaba, agregábamos números. Ella se pudo controlar y pasó con la cabeza gacha.
Me preparé mentalmente, y pasé igual que ella. Cuando escuché un "mírenla, que horrible zorra" apreté los puños y conté hasta diez para no partirles la cara a todos juntos. Todos se comenzaron a reír por eso, ¿Porqué? Ni yo lo sé, no da ni puta gracia.
Da igual. Al entrar, el pasillo se separaba en dos; en uno, estaba Rizz guardando sus cosas. Volteó hacia mí un segundo, pero volvió hacia el casillero. En el otro, un poco más alejada estaba Kia. Ella no volteó a verme, pero sabía que estaba ahí. Se apuró en guardar sus cosas y se fue. Yo me acerqué a dónde estaba, y justo al lado de su casillero, estaba el mío. Guardé las cosas que no necesitaba, agarré otras y me fuí hacia la clase de biología.
Al entrar, el profesor no estaba. Todos voltearon a verme, y a causa de lo primero, comenzaron a murmurar cosas. No entendía y tampoco me interesaba hacerlo. Me senté en la primera fila, como siempre.
Conté hasta diez cuando una bola de papel me golpeó la cabeza y cayó al piso. Conté hasta veinte cuando me empezaron a tirar pelotitas de papel llenas de saliva. Conté hasta treinta cuando tiraron de mi pelo. Conté hasta cuarenta cuando se escuchó el ruido de una silla y un cuerpo sentándose en ésta, a un lado de mí.
-- Hey, Tea. -- dijo con falso entusiasmo el chico que se sentó. -- ¿Cómo estás? -- no respondí. -- ¿Qué te pasó? ¿Te comió la lengua el ratón? -- algunas personas - sus perritos falderos, para ser más exacta - se rieron de eso que ni siquiera era un buen chiste.
Cuando no le respondí, se levantó de golpe, haciendo que me tensara. Sonrió con burla y tiró de mi pelo hacia atrás.
-- ¿Ahora además de estúpida, eres sorda? -- sonrió. La sonrisa más falsa que ví nunca. -- ¿No te queda claro quién es el que manda aquí, perra? -- ni me estremecí. Dios, si él tan solo supiera con quién se estaba metiendo..
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Letal - SIN EDICIÓN -
RandomTres chicas con tres personalidades diferentes. Por años trataron de manejarse, de poder llevarse bien, pero no funciona mucho que digamos. Si bien pudieron salir adelante, eso no pasa en la escuela. Son diferentes, polos opuestos a lo que son fuer...