Capítulo 10

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–Tu hombre está fuera, cariño.

Taehyung se sobresaltó cuando la señora Bennett entró en el despacho. Pero fue un sobresalto de felicidad; uno al que se había acostumbrado durante los días anteriores.

–Ha llegado unos minutos antes de la hora –continuó su jefa–. Sin embargo, te puedes ir cuando quieras.

–Gracias, señora Bennett.

Jungkook lo estaba esperando en la calle, tan alto y guapo como de costumbre. Taehyung lo vio a través del cristal del escaparate y pensó que era la persona más feliz del mundo. Sus relaciones sexuales eran increíbles, al igual que la sencilla y maravillosa sensación de estar a su lado, de darse compañía, de amanecer todas las mañanas entre sus brazos.

Abrió la puerta y se abalanzó sobre él.

–¡Jungkook!

–Ten cuidado, pelirrojo. Esto que llevo es nuestra comida.

Este le dio un beso en los labios.

–Estoy tan contento que la comida me da igual.

–Anda, ven conmigo. He dejado la moto en la parte de atrás.

–¿Nos vamos a casa? –preguntó, esperanzado.

–De ninguna manera –respondió mientras caminaban–. Si nos vamos a casa, querrás que hagamos el amor en cuanto lleguemos.

–Oh, sí...

–¿Quién iba a imaginar que los inglesitos fuerais tan insaciables? –declaró con humor.

–¿Y quién iba a decir que los yanquis os acobardáis tan deprisa? –replicó el otro.

–¿Que nos acobardamos? –Jungkook se detuvo delante de la motocicleta–. ¿Me estás desafiando?

–Por supuesto que sí. Quiero ver si sabes estar a la altura.

Jungkook lo abrazó.

–Entonces, no tendré más remedio que aceptar el desafío. Tengo que defender el honor de mi país.

Taehyung se apartó y sonrió de nuevo.

–No hace falta. Vuestro honor está a salvo.

–¿Eso significa que no tengo que devorarte ahora mismo? Sube. Nos vamos de picnic.

Las calles de Cranford estaban abarrotadas de turistas. Jungkook tuvo que bajar la velocidad cuando pasaron por Main Street, para no atropellar a la gente que cruzaba la calle o caminaba por ella. En realidad, habría dado cualquier cosa por volver a la casa y hacer el amor, pero se había refrenado porque quería que aquella tarde fuera distinta. Le quería demostrar y quería demostrarse a sí mismo que podía estar con Taehyung sin mantener relaciones sexuales.

De camino a la galería, se había detenido en el supermercado y había comprado algo de comer. Conocía un sitio precioso en Montauk Point que no estaría lleno de gente ni tan vacío como para que se le pudieran ocurrir ideas extrañas.

Al salir de Cranford, aumentó la velocidad y tomó la autopista, encantado de sentir los brazos de Taehyung alrededor de la cintura. Minutos después, giró a la izquierda y tomó el camino estrecho que llevaba al cabo de Montauk, sobre el que se alzaba un alto y solitario faro. Al ver el paisaje, Tae pensó que había elegido un sitio de lo más romántico.

Bajaron de la moto y empezaron a caminar por la playa, hasta que encontraron un lugar que les gustó. Entonces, el ultimo mencionado se quito la chaqueta y los zapatos, se sentó en la arena y alcanzó la bolsa con la comida.

Enamorado del chico malo ~ kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora