Mi color favorito
es su mirada,
cargada de ilusión,
de superación,
de razón,
de sueños,
de alegría,
de transparencia,
de dinamismo.
Dinamismo que arde
en el equilibrio
de la eloquencia
de su ser,
ser que baila
en la perversión
de su mirada.
Mirada que refleja pasión,
pero a la vez dolor,
mirada de esplendor
como los rayos del sol,
fuerte pero tenue a la vez,
como el amor.
Amor impregnado
en el vicio de su piel,
piel que salpica infiernos,
infiernos que
huelen a salvación.
Salvación que alza sus alas
en un juego desenfrenado
que baila al compás
de la noche estrellada.
Estrellas que moldean
su sombra tenue
en un abismo nocturno
que sostiene
la lluvia incesante.
Incesante
como la luz del sol,
abrumadora,
desde el principio,
ardiente,
hasta el final.
Y justo en el final,
te encontré,
como una serendipia,
como el alba en el vuelo
hacia el cielo de tu corazón.
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Noviembre: Complicidad
PoesíaY te despides con el remordimiento de no haber vuelto a donde alguna vez fuiste, ser que sueña el regreso, regresar para vivir, vivir en melancolía, melancolía que vaga en el bosque alicaído, alicaído como el ánimo de tu corazón, corazón se...
