CAPÍTULO 6: ODIO EL FUEGO

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Dejamos nuestra comida  y nos alzamos para irnos, entonces el hombre se alzó también y nos siguió. Hicimos como si nada y subimos al tren. Nadie. No había nadie más en el tren. ¿Nadie va a Cleveland a las tres de la tarde? El hombre entró y se sentó al lado de Lucas. Justo después el tren arrancó.

-Poca gente verdad-dijo el hombre

-Si, muy poca-dijo Lucas y murmurando añadió-

Entonces el hombre sacó un vaso vacío y se lo acercó a Lucas

-¿Tienes agua?

-No lo siento

-¿Estás seguro que no?

-Si, lo estoy

Se alzó y nos miró con desdén.

-Me gustaría estalviarme la parte en la que luchamos. Llevo todo el día esperando y estoy harto. Entregaos a los Fuego y hablad, puede que os dejemos vivir entonces -dijo mientra nos sonreía con malícia.

-¡Mientes! -gritó Lucas -¿también dejasteis vivir a los soldados, cuándo mirandoos a los ojos os pedían que los dejárais vivir?

-Me lo vais a poner difícil, verdad -chasqueó los dedos y un círculo de fuego nos envolvió

Elizabeth alzó las manos y con el agua intentó apagar el fuego, pero sólo consiguió retrasar lo inevitable. El fuego estaba cerrando el círculo.

-¿Creías que no habríamos mejorado? Esos Arpens, tan ingenuos como siempre -

-Todos a la vez, venga -gritó Jason

Alzamos todos las manos y el agua salió de nuestras manos inundando el tren.

-Tenemos que salir de aquí.

Entonces algo dentro de mí me empujó a ponerme delante de mis amigos. Me concentré, alzé una mano y un destello dorado salió de mi mano directo hacia el Fuego que me miró con impotencia. Al alcanzarlo el hombre salió disparado hacia la puerta del vagón y quedó inconsciente.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó Elizabeth con rabia -¿Como no has dicho nada?

-Y..yo, es que no lo sabía -dije tartamudeando agotada por el esfuerzo

-¡Ya seguro que no! -gritó con los ojos llorosos

-Tranquilízate Eli -dijo Jason- puede que sea verdad. Haley, ¿sabes que acabas de hacer?

-No, la verdad

-Acabas de usar los cuatro poderes a la vez. Sólo la persona de la que habla la profecía puede hacerlo. Elizabeth aún no lo había logrado.

-Mi… mi madre un día lo intentó, intentó hacer que usara los cuatro a la vez, pero no pude.

-Pues bien, ahora sí puedes. ¿Qué día naciste?

-El cuatro de septiembre de 2000

-Dos días después de que escapáramos. Elizabeth el seis, por eso se creyó que era ella

-He pasado toda mi vida entrenando, sin ir al colegio, sin hacer amigos, aún así creía que ser única compensaba. ¿Y ahora? Ya no soy nada lo entiendes, nada. Y tampoco tengo a nadie. Mi padre murió en Blinder, y mi madre cuando nací y se supo que era la elegida me abandonó, con miedo a perderme cuando fuera mayor, se fué.

Rompió a llorar y se sentó, Jason acudió a su lado y yo me quedé plantada allí sintiéndome fatal por Elizabeth.

-No tienes la culpa -susurró Lucas

-¿Y porqué me siento como una mierda?

-Ahora iremos a ver el rey de los Arpen -dijo Lucas- él te dirà que hacer

Nos sentamos al lado de Elizabeth, que tenía la mirada perdida en la ventana, observando cambiar el paisaje cada medio segundo

-Lo siento -dije- de verdad, si por mí fuera, te daría el poder éste sin pensármelo

-No lo entiendes ¿verdad? -dijo giràndose para mirarme- tu tienes a tú madre,a tus amigas, tienes gente que te quiere, yo tenía el hecho ser especial. Y tu me lo has quitado.

Giró la cabeza y volvió a mirar la ventana. No sabía que decir. De repente, oímos un ruído, y nos levantamos sobresaltados.

-Lamento, de verdad, interrumpir este momento. Pero, hey, no estoy muerto -dijo el Fuego que estaba apoyado a una barra del tren.

Alzó la mano una burbuja de Fuego nos envolvió y lentamente se nos fué quemando la ropa hasta llegar a la piel

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Siento haber tardado tanto, pero he tindo muchísimos exámenes al empezar. Espero escribir con más regularidad ahora.

Bsos

Anna

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