Mientras limpiaba vi como Liz subía las sillas sobre la mesa y cuando el último cliente se fue vio propio comenzar un interrogatorio hacia mi persona.
-Bueno ¿me vas a contar o voy a tener que sacártelo ? -preguntó enarcando una ceja.
-No es nada...- comencé diciendo , pero al ver su mirada sobre mi supe que iba a tener que contarle todo o no me dejaría- Louis y yo nos besamos, bueno más bien el me besó y yo le seguí -dije en un suspiro a lo que mi querida jefa y ahora amiga reacción soltando la silla que estaba colocando para mirarme perpleja.
-¿QUÉ? ¿cuándo paso eso?¿por qué no me contaste antes? dios Eider te odio -dijo riendo- cuéntamelo todo, ¿cómo fue? y dios ¿cómo besa?- no paraba de soltar preguntas por esa boquita suya lo que me dejó bastante aturdida por unos segundos.
-Jesús Liz, tranquilízate, no fue nada - me senté en una mesa y como acto reflejo ella me acompañó a expensas que yo le contara todo con lujo de detalles- el viernes , apareció como a la una de la mañana en mi casa y estaba bastante fumado - suspiré - me soltó que había estado evitándome toda la semana pero que quería verme y yo aproveché para disculparme, ya sabes por lo de la otra vez- ella me miró y simplemente asintió - bueno pues de un momento a otro nos estábamos besando, y joder Liz besa tan increíblemente bien - dije poniendo mis manos en la cara mientras mi amiga reía ante mi comentario.
-Bueno ¿y qué hay de malo en todo esto? ¿qué pasó después?- tenía que contarle todo a Liz sino esta noche no llegaría a casa, me reí y procedí a seguir con mi historia.
-Me pidió que me tumbara con él en el sofá y no se en qué momento pero nos quedamos dormidos, a la mañana siguiente se fue sin decirme nada y hoy es la primera vez que le veo desde que aquello pasó - dije revolviéndome el pelo.
-Oh dios Eider esto es increíble , un chico guapo y sexy está por ti - dijo con entusiasmo a lo que yo negué.
-Para empezar es un idiota, esta mañana lo primero que hizo fue disculparse pero no por el beso dijo que eso le gustó pero básicamente me dejó claro que le interesaba por mi aspecto, solo le atraigo de manera sexual y créeme es un cretino de la manera que lo expuso, enserio pensé que era diferente pero al final son todos iguales -dije mirando un punto fijo y Liz suspiró a mi lado.
-Hombres querida, son hombres - dijo tomando mi mano y acariciándola suavemente.
-Lo sé, realmente no estoy molesta con él, si no conmigo misma, me prometí no volver a confiar en los hombres y aquí estoy yo rompiendo mi regla numero uno por él- dije en un suspiro a lo que Liz me miró desconcertada.
-¿Por qué dices eso? - me tensé ante la pregunta, supe que había hablado de más cuando vi su rostro con confusión al hacer la pregunta.
-Lo siento Liz, prometo que te contaré pero es algo de lo que no me siento cómoda hablando, no estoy preparada - la miré con esperanzas de que no se enfadara conmigo por no contarle pero ella me sonrió de vuelta por lo que me alivié.
-Cariño no tienes que contarme nada que no quieras, cuando estes preparada aquí está tía Liz para escucharte - dijo acompañando una risa a lo que yo reaccioné con un abrazo y susurré un 'Gracias'.
-Por cierto ,sé que es precipitado pero podría tomarme el día libre mañana, me ha surgido algo para mañana que no puedo cancelar, solo ocurrirá esto un par de veces al mes espero que no sea inconveniente - dije rascándome la nuca.
-Mmm claro que no - dijo aún con una cara de duda - tu solo avisa con algo de antelación la próxima vez y sin ningún problema - dijo guiñando un ojo a lo que yo sonreí como respuesta.
-Gracias Liz- ella simplemente asintió- bueno terminemos con esto ya, me muero de sueño - dije mientras le muestro un puchero y sin decir más nos pusimos a terminar de cerrar.
Me despedí de Liz y me monté en el bus de camino a casa, me quedé mirando por la ventana como los coches pasaban y pensé en el día de mañana.
Tenía cita con mi psicóloga , cuando me mudé aquí tuve que buscar una nueva ya que no podía seguir el contacto con mi anterior, encontré una de la que hablaban muy bien y que no quedaba lejos de mi nueva casa, llevábamos ya varios días hablando por teléfono y vio conveniente que nos viéramos ya en persona, acordamos que nos veríamos dos veces al mes y el sábado me llamó para confirmar que el martes tendríamos la primera cita, con todo el tema de Louis me olvidé por completo de comentarle a Liz.
Podría haberle comentado a Liz mi cita con la psicóloga pero eso significaría explicarle por que tenía que ir y es un tema que no he comentado a nadie, solo a mi psicóloga , aún no me veía preparada para ello por lo que me relajé al ver que no hizo preguntas cuando pedí mi día libre.
Me bajé después de varias paradas, realmente no vivía muy lejos del trabajo pero no me agradaba caminar a solas por un barrio que aún no conocía y encima cuando el sol a penas era visible.
Llegué a casa, me preparé la cena, vi algo de televisión y me fui a la cama a dormir , hoy había sido un día cargado de varias emociones, y aunque mañana no tenía que levantarme temprano, estaba muy cansada , así que me tumbé y deje que me abrazaran los brazos de Morfeo.
POV LOUIS
Realmente soy un verdadero idiota , no sé porque me comporto con esa actitud cuando la tengo delante, pero me pone nervioso, si lo admito, soy un tío relajado pero cuando la tengo cerca mis instintos se alertan y mi nerviosismo se ocupa de mi, siento que no quiero cagarla en su presencia pero realmente es lo único que hago desde que la conozco.
Me molesta cuando se me queda mirando y me sonríe , me molesta que vea a través de mi, me molesta que no pare de hablar y hacer preguntas, me molesta que se interese por mi y lo que realmente me molesta son esos labios suyos, o malditos labios, como besan, un mínimo contacto con ellos me hicieron olvidar mi vida de mierda, y por un simple momento pensé que todo estaba bien, hasta que caí de nuevo en que esto es una tontería y en que soy un idiota y eso es algo que no es tan fácil de cambiar.
No sé que mierdas pasa por mi cabeza, parezco un cursi de mierda teniendo esta clase de pensamientos, suspiro y suelto la última calada de mi cigarrillo antes de apagarlo y entrar a ese querido bar de todas las mañanas y ver a esa morena que me trae dolores de cabeza.
Entré y chequeé el local sin claros signos de la morena a lo que solo suspiré y me senté en mi mesa de siempre a esperar por ella, pero en vez de llegar , aparece Liz en mi campo de visión con mi cerveza de siempre a lo que la miro con el ceño fruncido, ella ríe por mi actitud y niega con la cabeza.
-Ya se que te gusta que Eider te traiga tu pedido pero hoy no trabaja , me pidió el día libre para asuntos personales por lo que hoy te tendrás que conformar conmigo - dijo con una sonrisa y se despidió dirigiéndose a atender otras mesas.
Me quedé pensando en Liz, cuando la conocí por primera vez me pareció bastante atractiva y graciosa , a veces la veía como gastaba bromas a los clientes habituales y siempre me ha tratado de buena manera y nunca me ha mirado mal por no hacerle caso, si podía haber hablado alguna vez con ella pero , nunca insistió y yo no vi necesario entablar una conversación con ella.
Mis pensamientos pasaron de Liz a Eider, realmente me sorprendió el hecho de que no fuera a trabajar, desde que comenzó aquí no había faltado ni un día, ¿qué podía ser tan importante para que faltara?
Mi cabeza divagaba y no podía encontrar respuesta alguna a ello, realmente caí en la cuenta de que no la conocía de nada, no sabía acerca de nada de su vida, a lo mejor tenía novio, a lo mejor tenía un hijo escondido por ahí, a lo mejor no vino a trabajar para ver a sus padres o a algún amigo que se yo, no sabía nada de ella pero aquí me permití a mi mismo divagar sobre ella por horas, pensando ,¿qué coño me pasa?
Realmente jamás pensé que retomaría de nuevo esta novela, llevo años empezándola y dejándola, siento que ya no queda nadie que la lea pero me acordé de ella y decidí de nuevo darle una oportunidad, he cambiado mil veces de personajes y parece que todo esta tomando su rumbo, espero no dejarla a medias como todos los años que la comienzo hago, pero realmente tengo cariño con esta historia y mil ideas por mi cabeza.
Si queda alguien que la lea, siento por siempre demorarme, gracias por leerme , leo sus comentarios . xx
ESTÁS LEYENDO
Sin Remordimientos
Roman pour AdolescentsY cada día se sentaba ahí , a la misma hora, en la misma mesa, unicamente acompañado de una cerveza y una silla vacía.