Nunca esperes encontrar a la persona perfecta a través de una misteriosa página. La diversión y las risas podrían terminar cuando alguno de los dos se enamore.
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G Daddy, un mundo lleno de Kinky's desconocidos.
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El rizado salió del consultorio después de despedirse de Shawn, observo al rededor sin ver rastro del pequeño–¿Louis?
Una tierna cabeza se asomó entre los pilares mientras hacia un ruidito como respuesta.
–Vamos, debes estar hambriento. Mas adelante hay una plaza, podemos desayunar ahí.
Se subieron al carro nuevamente para llegar al lugar. La plaza quedaba prácticamente a 15 minutos caminando pero Harry no apoyó la idea de Louis.
Ahora estaban en el tráfico, con hambre y a 25 minutos del dichoso lugar. El castaño estaba molesto, sentía como sus órganos internos se comían entre sí por la falta de alimento.
–Oye dulzura no te enojes, ya llegamos.
–Tengo mucha hambre y tu eres una persona obstinada que no quiso caminar 15 minutos.
–Eres adorable cuando te enojas. Te llevaré a un buen restaurante para compensarlo.
Una vez dentro de la plaza Harry se puso sus lentes obscuros y Louis traía un gorrito rojo por el frio, frotaba sus manos y soplaba aire caliente para calentarlas.
–Dame tu mano.
Louis la extendió confundido y vio como el rizado la entrelazaba con la suya para meter ambas en la bolsa del abrigo negro que portaba.
El castaño sonrió agradecido y tomaron el ascensor para llegar al piso que deseaban.
Harry dejo de sentir los pequeños dedos entrelazados contra los suyos, pero no le tomó importancia ya que buscaba el lugar donde comerían.
¿Qué te gus...–Louis no estaba a su alrededor, comenzó a buscarlo con la mirada, hasta que lo encontró parado afuera de una pequeña cafetería, que tenia varios pastelillos y un menú ordinario.
El rizado se acercó y se agachó para quedar a la altura del niño–¿Quieres entrar ahí?
Louis se estremeció al escuchar la voz de Harry tan cerca de su odio–Si, por favor–tomó la mano del rizado y apuntó con su dedo señalando un par de rosquillas–Mira, tienen forma de animalitos ¿Podemos pedir una?
Al Harry se le hacía lindo que en vez de "puedo" el niño decía "podemos", Louis siempre hablaba en plural incluyéndolo.
–Claro que si dulzura, todas las que quieras.
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