Marvel One Shots

"Tears" - (Tony Stark)*

ADVERTENCIA:

Esta historia contiene un relato explícito y a la vez emocional. Si eres sensible o no te gusta te invito a marcharte para no crear mal ambiente. He cambiado mi forma de escribir en algunos aspectos, pero llevo mucho tiempo sin hacerlo. Si hay algún fallo háganme saber.

Disfruten de la lectura <3 

Historia:

Cuando el ascensor de la casa se abrió tuvo que soltar el collar de entre sus dedos. Sentía aún esa presión en el pecho, su cara húmeda y sus ojos dolorosos por las lágrimas. Se había mordido tanto el labio que ahora tenía una pequeña raja por la que salía algo de sangre. Pero nunca dirigió su mirada hasta la entrada, no podía soportar verle a la cara. Corrió hasta la habitación para evitar toparse con él, sabía que si se lo encontraba ahora mismo, iba a caer de nuevo en el llanto.

Seis años tirados por la borda, seis años desde que se casó con ese hombre. Seis años desde que aceptó su mano en aquel altar, rodeados de todos sus compañeros, de la gente que fue testigo de sus votos matrimoniales. De la vez en la que se juraron amor eterno ante Dios a pesar de ser ateos. Aún así lo hicieron, unieron sus corazones en uno para formar la familia que siempre desearon. Y casi un año después esperaban la llegada de su primer hijo, Jacob. Lo criaron como buenos padres, pero sabían que estaba en peligro por todo lo ocurrido anteriormente en aquella ciudad. Con dolor lo mandaron a una escuela privada a Suecia, y agradecía que se quedase allí para evitar vivir la situación que ahora estaba viviendo ella.

En la propia habitación había cosas que le recordaban a él. Su armario lleno de sus lujosos trajes, sus perfumes tan característicos. Sus relojes caros, y los regalos que le hizo a lo largo de su matrimonio. Las fotos que se tomaron en sus viajes como pareja, las fotos de las noches de sus aniversarios viajando a distintos países. La cantidad de joyas caras que le regalaba a pesar de que ella nunca las pidió. Todo estaba ahí, rodeándola y haciéndole recordar todos esos momentos bellos que nunca podría olvidar.

     - ¿TN? - hablaba una voz al otro lado del pasillo - ¿Estás en casa?

No respondió, las cuerdas vocales no le dieron para dar una respuesta a su pregunta. Sólo pudo ahogar aquel sollozo que estaba por salir de su boca si se atrevía a contestar. Escuchó sus pasos acercarse a la habitación. Le iba a descubrir llorando, y tal vez era lo mejor, que le descubriera para que supiera la verdad así como lo hizo ella. ¿De verdad necesitaba él saber que le hizo daño? Su verdadera intención era escapar de allí por la noche sin que supiera nada, pero llegó más temprano de lo usual del trabajo. Ahora todo se había torcido, y no podía irse delante de su cara sin darle explicaciones del porqué.

     - TN, ¿estás en casa? - volvió a preguntar.

Se mordió el labio con miedo, miedo de responder y que le escuchara llorar, aún sabiendo que si se atrevía a entrar le iba a ver llorar del mismo modo.

     - Sí - contestó, respirando profundamente y tragando el llanto -, dame un momento.

Fue a toda prisa hacia la mesilla, y de la caja de pañuelos que allí residía sacó unos cuantos. Limpió sus lágrimas con algo de prisa, así también quitando el maquillaje que se había pintado nada más levantarse. Escondió los mismos pañuelos debajo de la almohada, y con sus manos se secó lo poco que quedaba de humedad en sus mejilla. Se colocó correctamente su ropa, un vestido corto verde de escote corazón, el mismo que usó el día que le conoció por primera vez en aquella fiesta. Caminó hasta la puerta, y cuando la abrió le vio allí, parado frente a ella, con su típica sonrisa de lado. Sin embargo, ella no sonreía.