Lobo Hombre // InoAoi

Noche 3: Nacimiento

- Otra vez no puedo dormir -Inosuke se la pasaba buscando una posición para conciliar el sueño - ¿Es por este cuerpo? Tenía mucho sueño antes ¿o será por lo que me dijo Ao- Aoni? ¡Ah creo que así tampoco es! Qué difícil. Espero que no se haya enfadado tanto como para ya no hacer comida y dejarme comer un poco.
Miró su herida en las uñas. Tocó su abdomen, no tenía hambre.

- Esa mujer tiene manos especiales - Pensar en lo que había pasado durante el día, en especial durante la cena hacía que su corazón se tranquilizara y sintiera una calidez extraña - ¿Qué? Me siento raro pero se siente bien. Quiero que amanezca pronto.

Por otro lado...

- Eres tan tonta Aoi, ahora Shinobu-sama cree que te gusta Inosuke-san -Ella estaba envuelta en sus cobijas - No es feo pero ¡Ni siquiera sabe tu nombre! Qué lamentable.

Durante la cena habían tenido una pequeña sesión para que Inosuke pudiera pronunciar mejor los nombres de las comidas (ese había sido uno de sus problemas mientras atendía a las personas). También intentó pronunciar el nombre de Tomioka, Shinobu y finalmente el de Aoi pero falló. La decepción y enojo de Aoi fue mucho y no podía controlar sus reacciones.

- No deberías comportarte así, él ha vivido toda su vida de otra manera. En la mañana me disculparé -Se dijo para poder quedarse dormida

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- Inosuke -El pelilargo le susurraba mientras lo movía del brazo

- Mmm -Roncaba fuertemente

- ¡Inosuke! -Lo agitó de los dos hombros. Se despertó confundido por ver a Tomioka ahí

- ¿Me quedé dormido para el trabajo? -Se limpió la saliva de la comisura del labio

- No. Quiero que me acompañes a un lugar... Es importante, te espero abajo.

Iban caminando a la montaña vecina de la suya, alejándose mucho del pueblo. Después de cambiar de montaña, nunca había ido tan lejos.

- ¿A dónde vamos?

- Es secreto

- Jamás había venido hasta aquí

- ¿Te da miedo?

- ¡N-no es que esté asustado! Sólo quiero saber a dónde vamos -Inosuke se exaltó aunque fue porque Tomioka había dudado de su valentía.

Gracias a su nueva piel podía sentir más sensaciones; aquellas que le decían qué estaba "bien" y otras que le decían qué estaba "mal", fue por eso que pudo sobrevivir estos dos días en el mundo humano.
Estar en ese lugar le hacía sentir muchos escalofríos.
Entraron a lo profundo del bosque, había niebla, de verdad hacía mucho frío, quizás era por eso que se le enchinaba la piel

- Toma, te traje esta bufanda. Sabía que no tendrías que ponerte si te lo decía en la casa

- ¡Me la hubieras dado desde hace rato! -Se la arrebató

- ¡No la jales así! Aoi me la regaló junto a una igual para Shinobu, las hizo a mano

- ¿Aoki hizo esto? Es muy suave ¿Todos los humanos tienen magia?

- Es Aoi y ¿De qué hablas? Eso lo hizo con agujas y estambre. No es nada de magia

- Ao-Aoi

- Repítelo pero ahora bien

- ¡Aoi!

- ¡Otra vez!

- ¡Aoi! ¡Aoi! ¡Aoi! -Lo decía muy entusiasmado, ya había logrado pronunciarlo después de tany