No había manera de que yo le diga a mi padre que estaba suspendida. Hoy no.
Acaba de llegar y no quiero más drama por hoy. Creo que es suficiente.
Nos subimos al auto de Santi después de guardar todo el equipaje.
-Así que, Santi. ¿Eres nuevo en la ciudad? -Pregunta mi padre.
Genial, ahora empezara con su interrogatorio.
-Me fui por un tiempo. Mi madre quería alejarse de todo. -Dijo Santi.
Ojalá pudiera hacer eso. Es justo lo que necesito.
-¿Eres novio de mi hija? Porque si es por Lali, nunca me enteraría de sus relaciones. Es algo reservada. -Oh, no. mi padre no acaba de decir eso.
¿Me puedo tirar de la ventana ya?
-Oh, no. Solo somos amigos. -Dijo Santi nervioso.
-Eso suelen decir todos. -Dijo mi padre y yo me moría de la vergüenza.
-Su hija es una chica increíble, pero no estoy interesado en ella. -El volteó a verme y yo solo sonreí nerviosa.¿Por qué los momentos incómodos siempre están presentes en mi vida?
Después de que mi padre decidió callarse, llegamos a casa. Dios, pensé que jamás llegaríamos.
Mi padre y Emilia bajaron todo el equipaje y entraron a casa.
-¿Entonces soy una chica increíble? -Le dije burlona a Santi.
-Solo quería darle una buena primera impresión a tu padre. La verdad es que eres un desastre, Esposito. Y a veces me pregunto por qué somos amigos. -Dijo burlón.
-Ja, ja, ja. ¿Pero que dice? Sabes que no hay nada que te haga más feliz que mi amistad.Su sonrisa desapareció y se quedó callado. Genial, ¿ahora que dije?
-Me tengo que ir. Descansa, lo necesitas. -Dijo quitando el mechón de mi cara.
-Si, supongo. Mañana mi padre me dará un horrible sermón. Abrí la puerta para entrar a casa. Por lo menos mi día no termino tan mal después de todo. Y todo gracias a Santi.-¡Eh, Lali! -Gritó, Santi a lo lejos, justo entrando a su auto.
-Dime -Volteé hacia él, apoyándome en la puerta.
-No pienses en él.
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ERES MÍA, PEQUEÑA
FanfictionMariana Esposito y Peter Lanzani. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. el era dueño de sí mismo, ella una niña...