Capítulo 27

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Eran las nueve de la mañana y me encontraba en el sofá viendo televisión mientras Peter hacía el desayuno.

Se veía tan sexy, sin camisa, su cabello despeinado y cocinando. ¿La mejor parte de todo? Es mío.

Nos sentamos a comer y luego, los que hicieron bastante ruido ayer, aparecieron. Euge llevaba la camisa de su novio y Nico estaba en bóxer.

Peter y yo nos miramos, riéndonos.

-¡Oh, Nico! -Empecé a imitar a mi amiga hace unas cuantas horas. Ella se quedó paralizada y yo no 'podía dejar de reír.
-¡Ah, ah! -Empezó a ayudarme Peter. Los dos estaban en una clase de shock.

Peter y yo seguíamos imitándolos mientras nos reíamos a carcajadas.

-¡Bueno, ya! ¡Deténganse! -Gritó Euge completamente sonrojada. Luego Nico se empezó a reír.
-¡Ven, ya! -Dijo Euge agarrándome del brazo.
-¿Me puedes explicar qué fue eso? -Dijo molesta.
-Sólo un pequeño resumen de ayer. -Dije burlona.
-¡Maldita sea! -Dijo sentándose y escondiendo su cabeza entre sus piernas. Yo me senté a su lado.
-Puedes llegar a ser muy ruidosa. -Ella levantó la cabeza y me fulminó con la mirada.
-Cómo si vos y Peter no hubieran hecho mismo ayer. -Suspiré.
-Lo peor es que no. -Dije y ella me miró al instante. Lo comprendió.
-¿No estás lista, verdad?
-No. -Dije mirando al mar.
-No te apresures. Todo llega a su debido momento.
-Mi madre siempre me decía eso. -Dije apoyando mi cabeza en su hombro.
-También recuerdo cuando te decía que no podías salir de tu habitación hasta que estuviera ordenada. Y la estúpida de tu mejor amiga tenía que esperarte una hora más. -Yo reí.

Nos quedamos en silencio probablemente recordando. Euge es una de las personas que siempre me ha apoyado y la única persona que no se alejó de mí cuando cambié.

Los chicos luego aparecieron y nos dijeron que deberíamos meternos al mar.

Oh, no.

Una de las cosas que más odio es que me vean en vestido de baño. Recuerdo que cuando mis amigos solían hacer esas fiestas en la piscina, decía que estaba en mi periodo o que no tenía muchas ganas.

Soy bastante insegura y mucho más con mi cuerpo.

Euge ya estaba lista y creó que mi autoestima bajó mucho mas. Mi mejor amiga tenía un cuerpo hermoso.

Me miré al espejo por última vez y sin ni siquiera dudarlo cogí una camisa larga y me la puse.

-¿En serio vas a salir así? -Claro, Eugenia, no tengo un cuerpo como el tuyo.
-Sí, hace frío..
-Y tú estás mintiendo. Deberías ser un poco más segura de ti misma. El chico que está allá afuera, te ve completamente perfecta. Así que quítate eso y vamos.

Euge me conocía perfectamente y no pude evitar sonreír. Le hice caso a mi mejor amiga y me la quité.

Íbamos donde los chicos y escondí mi cuerpo detrás de el de Euge. Pero ella al ver a su novio, se le tiró encima y le dio un beso.

Genial, eh.

Peter se acercó a mí sonriente.

-Te ves hermosa y mucho más pequeña de lo que ya eres. -Sonreí nerviosa.
-Esa chica quería salir con una camisa. -Dijo Euge. ¡Gracias, mejor amigas!
-¿Por qué? -Preguntó Peter.
-Nada, sólo no soy muy fan de mi cuerp
-No te tienes que sentir así, eres hermosa. Tu cuerpo es hermoso. Así que dejémonos de tonterías y..

Peter me cargó como una muñeca y me llevó al agua. Estaba helada.

Lo agarré del cuello y mis piernas abrazaban su torso.

Hace mucho frío. -Dije escondiendo mi cara en su hombro.

Nadamos, corrimos por la arena, unos cuantos besos y caricias. Todo eso resumió mi tarde.

-Creo que debería llamar a Gas. -Dije alcanzado mi móvil. Estaba tomando el sol con Peter, él tomaba una cerveza y molestaba a Euge.
-¡Gas! -Dije.

-H-hola hermanita, ¿cómo estás? -Alguien está nervioso. Lo puedo notar.

Miré a Peter y él comprendió. Puse altavoz.

-Bien, ¿y tú? ¿Qué haces?
-Oh.. Yo.. Estoy con Peter. Vamos a ir a ver un partido.

Peter se veía confundido y Euge soltó una carcajada. Definitivamente, Gas está ocultando algo.

-Oh, bueno, diviértanse. Mañana regreso a casa, nos vemos después, cuídate. -Dije y colgué.

-Él está con alguien y te lo está ocultando. -Dijo Peter.

[...]

No planeaba volver hoy a casa, pero lo de Gas me tenía intrigada.

Estaba en el auto con Peter. Euge y Nico se quedaron, ahora si pueden hacer todo el mayor ruido posible.

-No se te olvide llamarme, pequeña. Te quiero. -Dijo dándome un beso.

Bajé del auto y caminé un poco hasta llegar a casa. Peter y yo seguimos siendo muy cuidadosos.

Timbré.

-L-Lali Yo no esperaba verte tan temprano por aquí. -Estaba tan nervioso.
-¡Cambio de planes, hermanito! -Dije intentando actuar lo más calmada posible.

Entré a casa y..

No.

No hay manera en el infierno.

Maldita sea.

-¡¿Qué haces vos aquí?! -Dije mirando con asco al tipo que solía llamar "padre"
-Hola pequeña. -Dijo una dulce voz de mujer. ¿Qué mierda...?
-¿Perdón? ¿y vos sos?

Ella tenía el cabello rubio y hermosos ojos verdes. Llevaba un vestido azul. Era hermosa, cualquiera lo diría. Pero seguía siendo una extraña.

-Lali, ella es...

Gas se puso a mi lado, agarrándome de los hombros. Sabia que la respuesta no me iba a gustar. Lo sabia.

-Mi esposa.

ERES MÍA, PEQUEÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora