Capítulo 25

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Pude ver la sinceridad en su mirada y mi corazón latía como loco.

Él me tomó de la barbilla y me obligó a mirarlo, se acercó y con sus dedos quitó las lágrimas que se refugiaban en mis pestañas y lo besé, dándole todo el amor que me sobresalía de los poros. Lo besé como él me besaba a mí, demandante, posesivamente y como él era con respecto a mí, egoísta.

Mientras que sus manos recorrían mi espalda, apretándome contra él y disfrutaba que él me necesitara tanto.

Estaba besándolo muy tiernamente cuando él se giró violentamente, dejándome bajo su cuerpo y volvió a besarme, su lengua danzaba sobre la mía.

-Te quiero, Lali. Nunca lo dudes. -Dijo contra mis labios.

[]

Los días pasaban y Peter y yo éramos inseparables.

Fiestas, practicas con la banda, clubes, películas, comidas, playa, parque de diversiones (me costó convencerlo). Todo venía incluido con besos, abrazos y caricias.

Cada día lo conocía más y cada día dejaba que me conociera más. Él sabía mis preocupaciones, mis inseguridades, mis miedos, mis sueños, todo acerca de mí.

Entonces es cuando me doy cuenta. Estaba atrapada en un hoyo, donde no podía salir. Como si gritara y nadie me escuchara.

Sin mi padre, sin mi hermano, sin mi madre, sin mis amigos.

Solo yo, Lali Esposito. Deprimida y sola. Queriendo tan sólo alguien a quien importarle, alguien que esté siempre ahí para mí.

Y luego aparece Peter. La razón por la cual me mantengo fuerte y sonrío. Peter, el que me hace sonreír sin ni siquiera intentarlo.

Tengo miedo de alguna vez perderlo, pero disfrutaré cada momento a su lado y daré lo mejor de mí.

Porque estaba claro que nuestra manera de querernos, eso no se podía conseguir, eso se tenía o no se tenía, y nosotros lo teníamos.

[]

Nico tiene una casa en la playa que podía usar el fin de semana. A Euge se le ocurrió la gran idea de invitarnos a Peter y a mí.

"Sería perfecto para nosotras, muy relajante. Además, con nuestros chicos." Esas fueron las palabras de mi mejor amiga, y para ser sincera, no me molestaba la idea.

Tenía ya todo listo para irme, le di un vistazo a mi cabello por última vez y bajé a tomar un poco de agua mientras esperaba a Nico y Euge.

-¿Puedo hablar contigo? -Preguntó mi hermano sentándose en la mesa conmigo. Asentí con la cabeza.

Ya Gaston y yo no nos veíamos mucho, sólo cuando estoy en casa, que es casi nunca.

-¿Qué le pasa a mi hermana? Nunca estás en casa.
-Me pasa algo llamado vida social, Gaston. Déjalo, ¿sí?.
-¿Estás con alguien? -Dijo y casi me ahogo con el agua. Oh, Dios.
-N-no.. -Dije evitando su mirada.
-Sí. Lo estás. -Maldita sea, esto era estresante.
-¡Que no lo estoy, maldita sea! ¿Podrías por favor dejar de meterte en mi vida? -Grité.
-¿Por qué estás así, Lali? -Dijo parándose y agarrándome de la barbilla para que lo mirara- ¿Es que acaso ocultas algo, eh, hermanita?
-No estoy ocultando nada. -Dije intentando soltarme.
-Sí, lo haces. Ahora mismo estás re nerviosa.
-¡Aléjate! -Dije empujándolo.
-La, La, La... -Dijo acercándose nuevamente- ¿Con quién estás saliendo? Dime.
-¡Me enfermas, Gas! ¿podrías por favor dejar de preocuparte de lo que hago, o dejo de hacer? ¡Carajo! ¿Quién te crees? ¿Mi padre?
-Soy lo único que tienes. -Dijo más calmado y sentándose de nuevo.
-No estoy saliendo con nadie, ¿Sí? -Dije acercándome y dándole un abrazo. Lo que sea para que mantenga la calma.

La relación entre mi hermano y yo era tan extraña. Me gustaba saber que era importante para él, pero, joder... No soy su hija.

Nico y Euge habían llegado, cogí mis cosas y las guardé en el auto. Me despedí de mi hermano y me subí al auto.

Me sentía completamente mal. Le había mentido a mi hermano, pero no tuve la valentía de decirle la verdad.

Escuchaba a Nico y a Euge hablar, pero yo no decía ni una sola palabra. Estaba tan perdida en mis pensamientos.

Llegamos a la casa de Peter y no me molesté en bajarme del auto. Sólo me quedé ahí. Vi como Nico bajó a ayudar a guardar algo de Peter en el maletero.

-Eu, pequeña. -Dijo Peter ya a mi lado dándome un beso en los labios.
-Hola. -Dije y bajé mi mirada.
-No sé qué le pasa a esta chica, pero ha estado así todo el camino.- Gracias, Nico. Ahora empezaría el interrogatorio.
-Pequeña..-Dijo Peter tomando mi mano, pero yo la solté.
-Ahora no.-Dije apoyando mi cabeza sobre la ventana.

Sería un largo camino.

MARATÓN 5/5

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ERES MÍA, PEQUEÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora