Capítulo 5: Lluvia de pasión.
La salida de la escuela estuvo bañada por una lluvia fría. Al parecer una nube proveniente del sur de la ciudad la cubrió por completo para empapar todo a su paso. Trate de salir lo más rápido posible para refugiarme en la tienda que esta frente a la universidad protegiéndome de la lluvia. Tom salió después de mi huyendo de las frías gotas entre la muchedumbre.
-Mal día para no traer mi paraguas. –Dijo Tom mientras se secaba con su pañuelo.
-Ninguno esperaba que lloviera hoy.
-Bueno solo nos resta esperar a que merme la lluvia para poder irnos.
De repente en medio de la precipitación vi un auto color carmín que se acercaba dónde estábamos mi rubio amigo y yo. Lentamente la ventana fue descendiendo y vi una cara familiar.
-¡Sabrina! ¡Que sorpresa!
-Hola guapo. ¿Qué tal te trata la lluvia?
-No muy bien, hace frio.
-Bueno puedes venir conmigo, aquí dentro está más cálido.
-Ah pues yo...
-Tranquilo Paul. No te preocupes, me quedare aquí mientras la lluvia merma.
-Puedo llevarte a casa si quieres Tom.
-¿De verdad? Bueno si, me gustaría.
En ese instante salían de la escuela a nuestro encuentro Joey y Celeste.
-Hola hermano. ¿Tarde lluviosa eh?
-Hola Joey. Si, algo. Hola Celeste.
-Hola Paul. –dijo sin mucho entusiasmo, cubriendo sus brazos por el frio.
-¿Algún plan para hoy hermano? –irrumpió Joey.
-Bueno estábamos por irnos. Sabrina se ofreció a llevarnos a Tom y a mí.
-Ah perfecto tigre.
-Nos vemos Joey. ¡Hasta luego Celeste!
-Hasta pronto hermano, ¡Pásenla bien!
-Diviértete, Paul.
Celeste mantenía esa mirada seria que la caracterizaba, pero esta vez sentí una sensación más intensa que de costumbre.
-Bueno vámonos. -dijo Tom de repente.
Tom y yo nos subimos al auto mientras Sabrina se despedía de todos.
-Adiós muchachos, cuídense mucho.
Partimos mientras Joey comentaba sobre Sabrina y yo.
-Paul si que tiene buena suerte.
-¿Eso crees? –pregunto Sabrina...
Pasó el tiempo y habíamos dejado en casa a Tom. Estuve pensando que tarea realizar primero al llegar a casa y así pasar el resto de la tarde lluviosa pero Sabrina tenía algo más en mente.
-Gracias por llevarme a casa.
-De nada. ¿Pero seguro que quieres irte a casa tan pronto?
-Bueno, no sé. ¿Tienes algún mejor plan?
-Definitivamente.
La idea no fue mala, sea la que fuere. Supongo que la tarea podía esperar, además de que ya algunas semanas no veía a mi novia y pasar tiempo juntos era algo que también deseaba yo. Ella condujo hasta la ciudad, y llegamos a su apartamento en un 5 piso. La lluvia no había cesado y parecía no detenerse por todo ese tiempo.
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AFTER MIND
RomanceEl guitarrista de una banda de rock juvenil se ve despojado de todos sus recuerdos y memorias al despertar de un coma. Ahora en lo que ha denominado un nuevo nacimiento busca respuestas de su vida previa descubriendo en el camino muchas cosas y reso...