❝Aprende de él❞ - KilluGon┇GonKillu

•· Pudiste verme.

Asi que ahora tenía una cita con el chico de tez pálida ese mismo sábado.

Relativamente su plan inicial había funcionado; eso de llamarlo, hablar y luego pedirle una cita salió casi como esperaba.

Con algunos daños colaterales, pero funcionó a fin de cuentas.

Se encontraba muy emocionado, feliz y nervioso a la vez. Resumidamente la cita era a las 6 de la tarde; es por ello que Gon estaba preparándose a eso de las 4.

Después de tomar un largo baño, vestirse y perfumarse como un galán, el pelinegro salió de su habitación buscando su billetera para tener algo de dinero encima (aunque también le pediría un poco a su tía).

- Gon, pequeño, aún no me cuentas adónde estás por ir.

Mito le habló mientras lo observaba revisar unos cuantos lugares de la casa.

- Ah, em... Una cita.

- ¿¡Qué!?

¿Una cita?

¿Su Goncito se había vuelto un conquistador?

- ¿¡De verdad!? ¡Con quién! ¡Cuéntamelo!

La mujer detonó felicidad. El jovenzuelo se avergonzó.

- Con nadie muy especial.

Mentira.

- Vamos a pasear y después ir al arcade.

- ¿Nadie especial? Niño, no tienes porqué ocultarlo. ¿Es tu novio, acaso?

Ah, ojalá.

Y sí; Mito ya sabía que Gon era homosexual y nunca tuvo algún problema con ello.

- No, no lo es... Por desgracia.

- ¿Mh?

La mayor le puso una expresión de lástima.

- ¿Qué espera para ser novio de mi Gon entonces, eh? Es decir, mírate. Estas tan grande y bonito que nadie debería resistirse.

- Ya, mamá.

A veces le decía mamá, a veces le decía tía. Mito prefería mil veces el "mamá".

- Él... um, ayer fue la primera vez que pudimos hablar.

- ¿Sí?

- ¡Sí!, y le dije si podíamos salir. Por suerte aceptó venir conmigo y hoy planeo conocerlo un poco más, estoy muy contento y emocionado.

- Estoy segura de que le caerás bien.

Gon encontró finalmente su billetera, contando mas o menos cuanto dinero tenía allí.

- Necesito que me prestes un poco de dinero, Tía, quiero invitarlo a todas las cosas posibles.

- Claro!, Asegúrate de ser coqueto y simpático así lo tendrás a tus pies en menos de lo que piensas.

Gon soltó una risita burlona.

- Me conformo con caerle bien.

Mito le pasó unos cuantos billetes al pelinegro, lo suficiente como para estar a gusto desde la tarde hasta la noche.

- ¿Y no me dirás cómo es él?

Los dos tomaron asiento en el sofá del living.

- Es muy muy lindo. Quisiera comprobar que tan suave es su cabello o qué tan bien huele de cerca. Sus ojos brillan mucho, tiene ojeras que por alguna razón resaltan mucho su mirada. Probablemente no duerme todas las horas correspondientes. Siempre fue muy silencioso y parece no querer captar la atención de nadie. Su cabello es blanco y a la luz del sol deslumbra como una estrella fugaz. ¡Es tan bonito y su rostro es tan delicado! Tía, me gusta mucho. Su nombre es Killua y creo que mi corazón tende de un hilo. Si por alguna razón no le caigo bien ahora creo que me pondría a llorar.