•· Guárdame el secreto.

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Por supuesto que le había seguido.

Muy, muy discretamente.

Iría por su bicicleta mas tarde, ya que le quedaba algo lejos y podría perder de vista al albino.

Y no, Gon no estaba intentando acosarle o algo así. Simplemente necesitaba asegurarse de que llegara sano y salvo para luego devolverle aquel pendiente negro que se le cayó.

Killua por su parte caminaba a un paso apresurado, cosa que causaba curiosidad en Gon.

¿De qué trabajaba? ¿Por qué tan apresurado? ¿Ocurriría algo si llegaba un poco tarde? Y sobre todo, ¿por qué no se lo había dicho antes? Lo del arcade lo tomó por sorpresa.

Estaba sometido en sus pensamientos cuando el albino pareció llegar a su destino.

- Un... ¿Callejón?

¿Estaba viendo bien?

Killua se detuvo allí. Sacó de su mochila lo que parecía ser un pequeño maletín con maquillaje, pintándose los labios y los ojos.

"De seguro le queda muy bonito, como todo."

Mirando un poco más se alarmó de ver a un tipo grande y robusto abrir una puerta frente a él. Killua lo miró con preocupación y el mismo le tomó de la muñeca, haciendo que ingrese a quién sabe donde.

Cuando la puerta se cerró, Gon se quedó atontado.

¿Qué acababa de pasar?

Salió del escondite en el que estaba y a pasos rápidos se acercó al lugar donde recientemente el albino había entrado.

Se encontraba frente a la puerta; esta no tenía ningún cartel de nada.

"Toc toc toc."

Estaba algo tenso. No se supone que él deba estar ahí.

- ¿Sí?

El mismo tipo de antes le abrió la puerta.

- E-em. Hola. ¿Podría ser... Killua Zoldyck? Él está aquí, quiero hablar con él.

- ¿Turno?

- ¿Eh?

- Que si tiene un turno para estar con uno de nuestros mejores bailarines.

El rostro de Gon se transformó en un segundo a uno de confusión.

- No, está equivocado. Sólo quiero hablarle y devolverle algo. Soy un conocido suyo.

- Ah... Conocido. Ya veo. Puede esperar aquí hasta la una o dos de la madrugada, cuando termine con todos sus clientes.

De acuerdo, todo estaba siendo demasiado específico.

Gon no era tan estúpido. Sabía lo que estaba sucediendo, y no le gustaba ni un poco. Mas que nada porque Killua no parecía contento de haber llegado a su "trabajo".

- Si no quiere nada más..

- No, aguarde.

- ¿Mh?

- Pagaré un turno con él.

Si era lo que creía que era, necesitaba hablar con él del tema.

- ¿Sí? Pues es alguien muy aclamado, dependiendo de lo que pagues te diré si debes esperar o no.

- Tengo unos dos mil. ¿Puedo?

Todo lo que tenía.

- Por supuesto. Espere unos minutos aquí dentro y luego de que se desocupe puede seguir usted.

❝Aprende de él❞ - KilluGon┇GonKilluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora