CONFESIONES (+18)

Capítulo 7

IMPORTANTE
SI OS GUSTA LA HISTORIA DEJAR LA ☆, NO CUESTA NADA Y ME INDICAREIS QUE QUERÉIS QUE CONTINÚE.

SIN MÁS DILACIÓN, DISFRUTAD.

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Anteriormente

¿Qué estaban haciendo?

Ambos se separaron de golpe al caer en cuenta de la situación.

Se acababan de besar.

- Luce...-Tragó saliva el pelirrosa sin saber que decir. ¿Y si acababan de arruinar años de amistad?¿Qué pasaría ahora con las misiones?¿Y el equipo?¿Podrían seguir hablando como siempre?

-V-voy a probar las aguas.- Tartamudeó nerviosa. Necesitaba salir de ahí y pensar con claridad.

¿Y ahora que iban a hacer?

Actualidad

Lucy intentó respirar hondo una vez desapareció del campo de vista del pelirrosa. Había sido un beso. Su primer beso. Un primer beso malditamente impresionante que había agitado todo su interior, dejándola con ganas de más. Y había sido con él.

Seguía notando las manos de Natsu en su cintura, firmes y fuertes, el calor de su cuerpo contra el suyo, pero sobre todo podía sentir sus labios sobre los suyos, tan ardientes...

¿Por qué había dejado que pasara?- Se preguntó la rubia internamente. Dirigió su vista a las termas frente a ella. Tal vez lo que necesitaba era quitarse la sensación del cuerpo de Natsu junto a ella. 

Se desvistió rápidamente y se adentro en el agua. El calor que desprendían no era nada con el que ella sentía cada vez que estaba con Natsu. Ellos eran compañeros, no podían permitirse la posibilidad de romper su amistad, por mucho que sus cuerpos se lo pidieran.

Intentó convencerse de que todo había sido producto del momento, sus hormonas se habían apoderado de ella y había seguido ese beso, ese delicioso beso. Beso que había iniciado Natsu...

¿Qué significaba eso?

Soltó un suspiro confundida retirándose el pelo de la cara. Un gruñido la hizo girarse, a causa del vapor le costó identificar a la figura apoyada en la roca, aunque al fin y al cabo estaban los dos solos.

-¡Natsu!-Tragó saliva al tiempo que se cubría su cuerpo desnudo, el agua apenas llegaba a su cintura. Observó como el pelirrosa se desprendía de su ropa lentamente y se giró avergonzada dándole la espalda. Segundos después sintió su presencia detrás suya.- ¿Qué estás...?

- Luce, no puedo evitarlo.- Susurró roncamente el pelirrosa, atrayendo a la chica contra él, escondiendo su cabeza en su cuello, olía malditamente deliciosa. Ya no aguantaba más las ganas que tenía de devorarla ¡A la mierda las consecuencias! Ahora estaban solos y no iba a desaprovechar la oportunidad.

A Lucy le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo. Notaba el cuerpo de Natsu pegado a su espalda, cada parte. Su respiración se hizo irregular con los primeros besos de Natsu en su cuello. La lengua caliente del pelirrosa se deleitaba en la extensión, pronto pequeños gemidos salieron de la rubia al sentir los mordiscos de su acompañante.

-N-Natsu.- Intentó hablar Lucy, pero solo se escuchó un gemido. Las manos del pelirrosa se deslizaron curiosas explorando el cuerpo de la rubia. Una de ellas se quedó jugando con los grandes pechos de la rubia, mientras la otra continuó su camino hacia la parte más sensible de la chica. El cuerpo de Lucy parecía arder bajo su tacto. Sus pechos eran tan firmes y blandos, le invitaban a estrujarlos.