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Recomiendo escuchar la canción qué está en la biblioteca, es muy preciosa y la letra es lo más. Aparte queda muy bien con el shot, también es una cancion en japonés. No se van a arrepentir de escucharla, yo estoy llorando. Es muy hermosa. Bueno, ya, disfruten.
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Suspiras al girar tu cabeza sobre la cama y encontrar su hermoso y relajado rostro, sus párpados cerrados, esas largas, negras y hermosas pestañas, su pecho sube y baja lentamente al compás de sus respiraciones. Los angeles existen y Yuta es la prueba.
Ninguna expresión en su rostro, está calmado, quieto, en paz. Sonríes al ver qué abre los ojos y pestañea rápidamente.
-No estaba durmiendo-susurra apurado. Largas una risita.
-Ya se, Yuta. Pensabas con los ojos cerrados-comentaste. Giraste tu cuerpo para quedar de costado acurrucada en el calor de Yuta.
-Exactamente-vuelve a decir bajito y te mira.
Acercas tu rostro al de él y tu nariz acaricia la suya. Yuta sonríe y apoya su mano en tu cintura para acercarme más a él. Así se quedan un rato.
Su calido aliento golpea el tuyo y se unen haciéndose uno. Sus frentes se juntan y sus narices siguen tocándose, juntas tus labios y besas el parpado de Yuta. Su sonrisa se aún más grande cuándo tus labios entran en contacto con su rostro, luego de besar sus párpados, sigues bajando. Su nariz y sus mejillas son parte del recorrido, por último, sus labios.
Unes tus labios con los suyos, él enseguida responde y abre su boca para corresponderte. Suave, lento y dulce. Tal y cómo Yuta es contigo.
-Eres hermoso, Yuta-le susurras al separarse. Yuta hace un pequeño puchero.
-Tu también lo eres, bebé-intenta llegar a tus labios una vez más, pero lo detienes.
-Quiero hablar algo contigo-le índicas tratando de sonar normal.
Él se apoya sobre sus codos y te mira.
-¿Que pasa?-sus cejas se juntan.
Sientes cómo tus manos sudan y el corazón comienza a palpitarte más de prisa.
Asustada por su reacción. Simplemente podrían pasar dos cosas, corresponderte o echarte de una patada. Pero aún así, tenías que decirlo. La presión en tu pecho cada día era mas grande y tus sentimientos hacia él crecían dentro de ti.
Cuándo comenzaron a verse, hace varios años atrás, fue algo cómo amigos qué se divierten pero nunca a pensaste qué terminaría en lo contrario. Fuiste consciente de su relación, qué había comenzado en nada serio y ahora eso te preocupaba, porque te habías enamorado. Yuta odia las relaciones y tambien lo hacías, pero de un día al otro empezaste a mirar a Yuta con otros ojos.
Ahora estás aquí, confesándote frente a la persona con la que mantuviste una relación únicamente sexual durante años. Tus nervios recorren cada parte de tu cuerpo, tu corazon late con fuerza y las manos te sudan. Yuta no dice nada, sólo te observa. Estabas preparándote para agarrar tus cosas y correr a la misma mierda si no decía nada.
-¿Es en serio?-cuestiona con curiosidad y sus pupilas se agrandan. Asientes nerviosa. -¿Sabes de casualidad hace cuánto no tenemos sexo?
Entrecierras tus ojos, pensando ¿por qué preguntaba eso? Si acababan de tener sexo.
-Hace... minutos-le respondes confundida.
-¿Minutos?-pregunta con una mueca. -Cariño, dejamos de tener sexo hace meses.
-Pero Yuta, fue hace unos minutos cuándo estab...
-Ah no, hace unos minutos yo no estaba teniendo sexo, estaba haciéndote el amor-menciona con una sonrisa.
De repente, dejaste de respirar. Procesas sus palabras, una y otra vez, tratando de asimilar la dimensión qué éstas conllevan. Anonadada lo miras, sin saber qué hacer o decir. Pensaste que serías quién sorprendiera, no quién se llevaría la sorpresa.
-¿Q-que quieres d-decir?
Yuta se levanta y se arrodilla para enfrentarte.
-Dios, pensé qué lo habías notado. Estaba siendo bastante claro con mis intenciones. También estoy enamorado de ti-alega bastante divertido.
De repente, su corazón comienza a brincar, cómo si tuviera vida propia. Tu sonrisa ilumina tu rostro y la felicidad te inunda.
¿Asi se siente ser correspondido por la persona que amabas? Todo este mundo es nuevo para ti y también para Yuta, pero, ambos están dispuestos a descubrirlo juntos.
El brazo de Yuta se envuelve al rededor de tu cuerpo y te acerca al suyo. El calido abrazo del japonés te pone los pelos de punta, Yuta besa tu cuello y tu piel se eriza.
-Te amo, cariño-susurra en tu oído. -Queria decirtelo antes pero tenía miedo qué te asustaras y salieras corriendo.
-Jamas correría de ti, Yuta. Eres lo mejor qué me paso-le confiesas de igual manera.
Se separan y se miran a los ojos. El brillo de los ojos de Yuta es precioso, como una galaxia, llena de luz, esperanza y amor.
Yuta se había convertido en alguien especial para ti, él conoce todo sobre ti, no sólo tenían una conexion sexual, también se complementaban juntos, conocían cada gusto, cada deseo, cada cosa del otro, apoyabas a Yuta hasta el final y él te apoyaba a ti. Había estado a tu lado siempre, te había aconsejado, aguantado, escuchaba tus llantos y risas.
Tu alma gemela, tu otra mitad.
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Pedido para iknow_666_ ¡Espero que lo disfrutes! Muchas gracias por tu apoyo en la historia. <3
A todas las personitas qué votan y comentan, ¡muchisimas gracias!. Ustedes son la razón por la cuál sigo actualizando. Gracias infinitas.
