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⟳94' 95' line ❝ reaccionando al escucharte maldecir en español ❞
Taeil:
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No sabría con exactitud lo qué dijiste, pero, lo imaginaría. Ya qué el tono de tu voz y la situación lo ameritó.
—¿Que fue eso?—te preguntó apareciendo a la cocina.
Estabas terminando de cocinar y él estaba colocando la mesa.
—Solo fue un corte—señalaste tu dedo herido.
—¿Qué dijiste?—estaba curioso, quería volver a escucharte hablar en español.
—La puta madre—le repetiste y luego en coreano.
Taeil abrió su boca sorprendido y luego largo una risita. Amaba cuando hablabas en tú idioma nativo, aún si maldecidas.
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—¡Me cago en la puta!—chillaste cuándo te pegaste el dedo chiquito del pie con el mueble.
Johnny se levantó de la cama asustado, ya conocía esas palabras.
—¿¡Estas bien!?—corrió hacia a ti para ayudarte llegar a la cama.
—Perdón—te disculpaste.
—Eso fue realmente sexy—dijo con una cara picara.
Reiste ante su reacción. Luego fue por hielo, sería todo un exagerado.
—Me caho en la putah—imitaría tu voz.
Todo tu malestar se curaba con Johnny y él lo sabia, probablemente te haría reir para qué olvidarás el dolor y luego te daría muchas besos.
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Estudiar no es algo qué se te da muy bien. Siempre qué tienes que concentrarte, tu miente vuela a otra parte. Esta era una de esas situaciones, bufando para poder concentrarte en tan solo un párrafo de siete renglones.
—¡Mierda!—susurraste casi en un grito golpeando tus puños en la mesa.
Taeyong, quien estaba con su computador, levantó la vista. —¿Que pasó?.
Lo miraste con un puchero. —Perdón bebé, no puedo concentrarme.
Enseguida se paró de su lugar y llegó hasta detrás de ti. Sus manos calientes acariciaron tu cuello y luego tus hombros para quedarse ahí. Suaves apretones totalmente placenteros empezaron en tus hombros y te relajaste.
—Me gusta mucho tu expresión cuando maldices en español, cielo—comentó aún haciendote masajes.
Yuta
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Sabe qué es tu idioma nativo, él también habla japones de vez en cuándo. Ambos estarían tirados en la cama, compartiendo y comparando palabras entre ambos idiomas.
—Pelotudo—dirías sin más.
Yuta te mira y se señala. —¿Me dices a mi?
Largas una gran carcajada. Si tan solo supiera.
—¿¡Eso fue un insulto!?
—Lo fue—dices burlandote.
—¡Te las verás conmigo!
Probablemente te exigiría una traducción y su significado, luego, te castigaría por insultarlo.
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