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Estaba realmente sorprendido cuándo le dijiste. No habían tenido ningún tipo de contacto hasta el día de hoy, cuándo paraste de besarlo para decirle qué tenías piercing en tus pezones, se sorprendió.
Nunca había visto a alguien con ellos, ni hombre ni mucho menos a una mujer. Así qué enseguida le entró curiosidad, él te preguntaría si podía verlos y con timidez se los mostraste. Le parecieron muy bonitos y personal, te preguntó acerca del proceso al colocarlos y si te había dolido. Quería saber todo porqué le gustaban demasiado y estaba encantado.
"¿No duelen si los toco?" cuestionaría mirándolos. "No, Kun, puedes hacerlo". Él sería muy gentil y delicado, pasandonsus dedos por tus pezones y luego dándole pequeños besos. Pero cuándo escuchó tus fuertes jadeos, besó y chupó con más fuerza, sumándole sus dedos para demostrarte su amor por ellos. Probablemente, tanto le gustaron que luego pensaría en hacerse unos él.
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Mientras estaban recostados en la cama, abrazaste su espalda contra tu pecho. Ten sintió los pequeños metales hacer presión su espalda y enseguida reaccionó.
"¿Tienes piercing en los pezones?"
Cuándo le dijiste que sí, él abrió su boca sorprendido.
