──── Vamos Argi, no me digas que te molesto que me riera. ────pregunto el bicolor mientras limpiaba la herida que ahora tenía Argentina en la sien, salía aun una cantidad preocupantes de sangre haciendo que su cabeza lo aturdiera un poco ──── Ya pe' no seas así nadie te dijo "Súbete al trampolín" ¿Quién te manda a saltar tan alto huevon?
Argentina, al igual que otros countrys estaban saltando en un trampolín, aun cuando Paraguay dijo que no era seguro, no fue hasta que el rubio hizo un mal movimiento, un mal cálculo, pues se había distraído llamando a su novio para que lo ayudase a bajar, y al entrar en pánico paso lo que paso. Cayo del trampolín, tal vez alguien se hubiese reído si el argentino no se hubiera dado un fuerte golpe con el filo de una mesa entes de caer en su brazo izquierdo.
Varios se preocuparán, ms que nadie el dueño de la casa, Paraguay se había acercado para ver el estado de su hermano, que, con lo primero que encontró trato de evitar la pérdida de sangre, otros trataron de darle un poco de aire pues probablemente el argentino no se quejaba del dolor por estar aturdido.
Al momento en el que Perú se acercó se reía casi contenidamente, fue en el último llamado de su novio que, fastidiado, volteo la mirada viendo como este caía al suelo y se golpeaba la cabeza, estuvo riéndose en su lugar un rato hasta que Uruguay lo miro con mala cara, entendió el mensaje y ayudo al aturdido rubio, pidiendo entre risas un botiquín para atenderlo, el paraguayo no quería dejarlo, pero al ver como Argentina se abrazaba al bicolor, no le quedo de mucha opción.
──── ¿Ya te calmaste? ────y como si fuese un detonante, el rubio soltó unas lágrimas por el dolor, su brazo era donde más le dolía, quería limpiarse el rostro aun cuando solo lograba que salieran gimoteos por su creciente dolor────No seas chillón ni que te hubieras partido algo.
────Me duele el brazo. ────hizo saber, quiso sentirse un poco reconfortante por lo que trato de aferrarse a su novio, fue apartado casi inmediatamente, ¿No era malo querer un poco de afecto en estos momentos? se sentía vulnerable, triste, y rechazado por quien debería amarlo.
──── ¿Y qué hago yo? me da paja ir al hospital, si tanto quieres que se te pase lo del brazo vamos a casa ahí tengo mejores cosas para ayudarte. ────hablo frío tratando de apartarlo de manera disimulada, para no ser tan brusco y no provocar que llorase, pues, inevitablemente sentía que podía ceder, era alguien muy débil a las lágrimas, más si eran de Argentina.
Cuando el de sol se calmó un poco, se levantó como pudo para ir a casa, tuvo que conducir como podía pues el otro no sabía ni quería, el camino fue lento y con varios momentos donde pararon, por el dolor punzante en el brazo de Argentina.
Al llegar su brazo fue atendido por un soñoliento peruano que seguía riendo al recordar la caída de su torpe novio.
Argentina tenía con una mescla de emociones confusa, el regaño fue algo suave viniendo del temperamental azabache, no comprendió la causa que hizo comportar al peruano tan ¿tranquilo? ¿permisivo? ¿desesperado? siempre creyó conocer bien el comportamiento de su novio, ¿hizo algo más con lo que ahora no contaba? solo se quejó, y lloro pues noto a más de uno mirándolos, sería raro que no reaccionase de esa forma.
Primero supuso que le golpearía, lo descarto al recordar que estaban en público, luego creyó que lo amenazaría silenciosamente, todas sus suposiciones se esfumaron al momento donde lloro, ¿era eso? busco mucho algo para controlar al menor sin necesidad de golpearlo y era tan sencillo, tan absurdamente fácil.
Aprovecho que su querido novio dormía profundamente para abrazarlo, miro el rostro apacible.
────Eres tan fácil, cielo. ────descanso por fin.
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