"Las cosas buenas llegan a los que saben esperar."
Antes de ingresar al segundo año, los padres de Matt lo querían cambiar de escuela, ya que habían comprado una casa en misiones de San Francisco. O si no se lograba el cambio de casa, querían cambiarlo de turno, a lo que Matt accedió, ya que si iba en la mañana tendría oportunidades de hacer cosas por la tarde, como ir a Tae kwon do, o ir a ver los partidos del Puebla.
Algo dentro de él decía que no podía cambiar de turno, ya que quería acabar con los compañeros y amigos que le han hecho tanto bien, y lo han apoyado. Así que se encontraba en una encrucijada. Era el terminar la secundaria en otro turno o escuela, o terminarla con los compañeros que ha vivido solamente un año pero que le había agarrado un gran cariño. También sabía que si se iba, podía tener más actividades en otra parte, y podía conocer a gente nueva. Sus padres estaban muy convencidos de cambiarlo de turno.
No me voy
Días antes de que se ingresara al segundo año de secundaria, Matt y su padre fueron a la escuela a pedir el cambio de turno, por más de dos horas estuvieron parados esperando a que les hicieran caso a la petición, mientras Matt estaba muy intrigado con lo que pudiera pasar. El sentía que no necesitaba cambiarse de turno, que él era feliz al estar en el turno de la tarde e iba a ver más oportunidades, ya sea en torno de voleibol o en futbol, con sus amigos, o en su taller.
Así que en ese momento le dijo a su padre que él no se iba a cambiar de turno.
-Padre, no me quiero cambiar de turno. Yo estoy muy feliz en la tarde y cambiarme de turno seria como empezar de nuevo, sin conocer a nadie.
Por suerte su padre entendió su sentir y se fueron.
Matt estaba muy feliz por la decisión que había tomado, posiblemente iba a dejar cosas, pero iba a estar feliz porque estaría con la gente que le hace feliz.
El infiel más descarado
Matt se encontraba en su habitación viendo perfiles de Facebook de sus amigos con las que aun tenia contacto, así que decidió entrar a ver sus fotos más antiguas en donde salía él. Y se dio cuenta de fotos de segundo año de secundaria que no sabía de su existencia. Con algunas poses muy extrañas, al igual del fotos con su mejor amigo en un evento de aniversario de la escuela en el complejo cultural. Buscando más fotos encontró con una chica que se llama Lisa, y su amiga llamada Any... A lo que después recordó cuando anduvo con esas chicas al mismo tiempo.
-Fui un maldito, lo acepto. Antes entre algunos conocidos se veía bien, pero ahora acepto que estuvo muy mal.
Después de unos meses de vacaciones, Matt entraba a segundo de secundaria, un gran avanece para él. Pero creía que iba a ser igual de fácil que primer año. A lo que no sería así, ya que, en este segundo año Matt tendría una rebeldía muy extrema.
Durante este segundo año, Matt se esforzó por tener muy buenas calificaciones, pero su maestro de matemáticas lo reprobó de una manera injusta.
-¿Por qué me reprobó? Pregunto Matt.
-No me entregaste nada de tareas, además en tu examen estuviste mal.
-Como puede ser eso profe, si yo le entregue todos los ejercicios, y si quiere se los puedo enseñar de una vez. Le respondió al maestro.
-No, no. Ya paso el tiempo de entrega, te vas a quedar con tu 5 y no me estés molestando.
Matt quedo muy indignado por esa calificación, porque no era la verdadera, además sabía que su madre lo iba a regañar. Pero más le hizo enojar, que era su primera vez reprobando una materia.
-No me voy a preocupar, para el siguiente momento me recuero y voy a mandar a chingar a su madre al profe. Dijo Matt bien enojado a sus amigos cuando se preguntaban sus calificaciones.
Eso paso en el ámbito estudiantil, pero en relaciones amorosas, Matt se encontraba en un momento de donde quería tener varias novias, bueno, las tuvo. Pero había una chica en particular que le gustaba mucho, que era Lisa.
-Oye Lisa, me gustas mucho. Por ti cambiaré, lo juro.
-Yo necesito estar segura de que vas a cambiar. Le contesto Lisa
Pero sabemos perfectamente que nadie cambia de un día para otro. Matt hacia sus cosas a espaldas de Lisa. Cuando de pronto, Any, una de las intimas de Lisa, y conocida de Matt.
En esos días se dedicaba en ir conoció mejor a Any, a lo que Matt, ya que pasaba más el tiempo con ella, que con su propia novia. Desde lejos se olía una traición. Pero esto no fue así, aunque mucha gente especulaba que Matt era infiel. Posiblemente Matt si le gustaba Any, pero solo se la pasaban hablando de cosas de la vida, sobre sus amoríos, pero también sobre las clases. Era una amistad más que una relación. Pero la gente lo veía muy mal.
-Esta gente solo se mete en lo que no le importa. Dijo Matt
-Muy mal, hay muchas otras personas que si son infieles a sus parejas, y no les dicen nada. Contesto Any
Todo esto llevo a terminar la relación con Lisa, ya que no soportaba que fuera una persona toxica, y no tuviera la confianza suficiente como para dejarlo tener amistades. Pero Matt siguió teniendo muchas novias, como era de esperarse. Paso de ser un chico que sufría bullying, un chico que simplemente estaba descontrolado en todos los aspectos. Porque esas calificaciones nunca subieron, Pero lo que no sabía, es que llegaría una persona que mediáticamente lo iba a hacer cambiar. Pero eso es más adelante.
Dejemos un poco el tema del romanticismo y vayamos a hablar sobre las metas que tenía. Los padres de Matt le decían...
-¿Qué vas hacer de tu vida?
Pero Matt no tenía idea de lo que quería hacer en un futuro. No, sabia aun que hacer con su vida. Posiblemente se iba a dedicar a trabajar en algún puesto del centro, o vender drogas. Era algo incierto lo que Matt quería para su futuro. Pero si había algo que le llamaba la atención, y es que el soñaba con ser cantante, o mínimo ser famoso. Pero aun no sabía con certeza lo que iba hacer.
YOU ARE READING
Vida secreta
RomanceMatías González es un joven de 20 años que vive en la ciudad de Puebla.