Estaré a tu lado

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Minho escuchaba cada una de las palabras que salían de los labios de Jisung con total atención. Y con cada una de ella confirmaba una y otra vez que los humanos son débiles, egoístas, tienen el corazón negro, se dejaban llevar por sus deseos y no les importaba lo que otros sientan.

— ¿Por qué no se lo dijiste a tu madre?

— Ella es feliz y no quiero que por mi culpa deje de serlo. — Jisung bajó su mirada.

No era posible que Jisung sintiera que arruinaría la felicidad de su madre solo por decirle lo que sucedía

— Escúchame muy bien, Jisung, porque lo diré una sola vez. — Levantó su rostro suavemente para que lo mirara.

El menor quedó totalmente hipnotizado en el momento en el que sus ojos se encontraron con los de Minho.

— Tú no eres culpable de absolutamente nada, tú eres un adolescentes que está siendo lastimado por un adulto que solo quiere satisfacer sus deseos carnales. — Dijo.

Jisung quiso decir algo pero las palabras se quedaban atascadas en su garganta.

— No tienes porque sentirte mal porque no hiciste nada malo. — Su voz era suave; cargada de ternura. — Estoy seguro que tu madre te ama y va a creerte . — Pudo ver como los ojos de Jisung se cristalizaban.

— Pero tengo miedo. — Dijo en un hilo de voz.

— Lo sé. — Tomó su rostro entre sus manos. — Sé que tienes miedo, por eso te prometo que estaré a tu lado hasta que te sientas listo para hablar con tu madre.

Las lágrimas que Jisung estuvo reteniendo salieron al fin, empapando de esa forma sus lindas mejillas.

Sin poder evitarlo, Minho limpió suavemente esas gotitas que caían de sus ojos con sus pulgares.

— Todo estará bien, te lo aseguro. Así que ahora deja de llorar porque te pondrás feo. — Jisung rió al fin.

— Gracias, Minho.

— No tienes nada que agradecer. — Le regaló una brillante sonrisa que hizo que su corazón latiera de manera desenfrenada. — Haremos un pequeño cambio en nuestro cuartos.

El rubio lo miró confundido.

— ¿Cambio? — Minho asintió. — ¿Qué haremos?

— ¿Prefieres que yo duerma en el tuyo o tú aquí?

— Yo... — Se quedó sin palabras.

Lo que dijo Minho lo tomó por sorpresa, jamás había dormido con otra persona en su cuarto, se le hacía extraño.

— Jisung. — Escuchó al mayor llamarlo.

— ¿Puedo quedarme aqui?

Minho sonrió.

— Muy bien, pasemos tus cosas aquí entonces.

Lo que quedaba de la tarde se la pasaron cambiando de cuarto las cosas de Jisung.

Tal y como lo dijo, él cuidaría a Jisung, porque le nacía y porque debía hacerlo.

— Buscaré a mis padres y subiré a avisarte en donde están para que podamos hablar. — Le dijo Yeji antes de que subiera a su cuarto.

Estaba algo ansioso porque dependiendo de la historia que escuche debía cambiar su manera de ayudar a Hyunjin.

Hasta ahora se había mantenido en la misma posición, hiriendo un poco el orgullo y tal vez sin quererlo el autoestima del chico.

Angel's Love 🌘 Minsung/ HyunIn🌒 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora