Disimular no es lo nuestro

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Estos libros son bastante curiosos, los textos que se encuentran aquí son únicos, puedo entender casi todas las palabras aquí escritas gracias a Helem, quisiera poder compartir un poco con ustedes, el primero que tome fue tal cual como se me dio la indicación, el mas ligero primero, este es de color amarillo e irradia una luz muy tenue donde lo toco o paso mis manos, en el hay una advertencia que dice.

La materia y la energía siempre están juntas, el reto es transformar la primera con el uso de la segunda. 

Adentro tenia como realizar cambios en la forma física de la materia con algo llamado transmutación, también lleva una tabla periódica pero con mas elementos de los que tiene la tabla común que me enseñaron en el colegio, y lo mas genial es que posee paginas con sellos para manifestar estos elementos 118 conocidos 112 nuevos, quiero pensar que estos los encontró de la dimensión donde ella escribió esto. 

Resulta ser que estos elementos se pueden crear con pequeños fragmentos que normalmente se encuentran en los mas peligrosos e inestables elementos de nuestra realidad, o con los comunes pero debemos de ser completamente experimentados en esto de la transmutación. 

 Me dio mucha curiosidad como reaccionan a nuestra química orgánica, pero me dio mas curiosidad aun los demás libros y les di un pequeño vistazo, hay uno que tiene relación con Vatu, pero aún  no se leer todas las palabras en este alfabeto, resulta que Vatu posee un arte muy honorable, las artes marciales, diferentes a mis habilidades, la fuerza de Vatu se debe a que el logro dominar algo que en este libro lo describe como simple energía natural, todos tenemos esta, solo que algunos la canalizamos de forma mas lógica que física, el simplemente deja que su cuerpo se inunde de esta energía aumentando la mayoría de sus características físicas, desde el ritmo cardíaco hasta la densidad de sus fibras musculares, esto ocasiona que oxigene de forma estrepitosa su red neuronal haciendo también que tenga actos reflejos fuertes y certeros.

De 7 libros solo entiendo 3, así que tengo que encontrar a quien sea capaz de interpretar estas simbologias, ojala que Helem pueda enseñarme, me imagino que ella ya tiene el control absoluto en lo que aquí esta escrito, estudiare por varios días hasta conocer todos los elementos y reacciones que aquí describen, una vez tenga esto dominado voy a hablar con Helem al respecto, o al menos que me de un diccionario porque no entiendo nada, me quede dormido mientras leía mi titular de transmutación .

A la mañana siguiente salí al jardín a practicar mi parte favorita de mis habilidades, influenciar objetos inanimados o mínimo hacer que reaccionen a mi, es parecido a una especie de agua que brota de mis manos, pero es invisible, se siente pero no logro percibirla con mis ojos, mientras jugaba con unas latas que se quedaron ahí se acerco Satel y me vio controlando las latas sin que me diera cuenta.

-¡¿Que es eso? ! 

Grito mientras se acercaba a mi, le aventé las latas, lo mojaron de cerveza y me miro fijamente.

-Le voy a  decir a mamá lo que estabas haciendo, y que te vi moviendo las latas con tus manos sin tocarlas.

Me cae tan mal cuando toma esa actitud de soplón, lo alcance y le metí un coscorrón, y fingí que no sabia que era lo que hablaba, le sujete la cara y lo vi a los ojos fijamente, le pregunte ¿Que te metiste? para controlar la situación, y fui con mi madre gritando, mamá mira a satel esta delirando.

funciono pues mi madre bajo a ver a Satel corriendo, cuando Satel le comento lo que vio ella simplemente no le creyó pues era algo ilógico, mi madre supuso que mi hermano habia estado tomando o algo por el estilo así que podría decirse que me salí con la mía. 

Busque dentro de la casa a Vatu para ir a entrenar nuestras habilidades, pero no lo encontraba por ningún sitio, fui al parque donde le gustaba hacer parkour y no estaba, le marque a su móvil pero no contestaba, y tampoco podía sentir su energía cerca de donde me encontraba, era como si hubiera desaparecido del mapa, el hacia esto antes de lo que nos paso, quizás tenga un lugar que no quiere que veamos y se oculta ahí, debe de ser muy lejos porque no logro encontrar su energía por ninguna parte.

Salí al parque de la cuadra a ver si estuviera deambulando por ahí o si alguien lo haya visto, me subí al pasamanos a leer la transmutación de mi libro y de pronto Vatu cayo del cielo haciendo un agujero en el parque, grito mientras se levantaba de un salto, gritando como siempre.

-Ya basta idiota te van a ver 

le grite mientras lo seguí corriendo abrí un portal hacia donde el iba a caer y lo lleve hacia el lago, deje que cayera en el agua para ver si así se tranquilizaba pero solo me dijo.

-¿Que te pasa imbécil?, ya casi lo tenia

Al principio no lo entendí, me explico que, el estaba practicando con una imagen que creo de el mismo, la creo a partir de un maniquí, logro llenarlo con su energía y este empezó a atacarlo como si fuera el, así que nos mande a casa nuevamente para que el pudiera atrapar a su creación, cuando llegamos al parque el maniquí ya no estaba, pero era fácil de rastrear pues era la misma energía que tiene Vatu y también un rastro de caos, vatu empezó a correr tan rápido que iba a la velocidad de los carros, yo simplemente no pude seguir su ritmo, sentía como el maniquí iba camino a casa así que abrí un portal hacia casa, corrí para interceptar a la creación de mi hermano, cuando lo alcance Vatu estaba peleando tan rápido con esta cosa que no fui capaz de ver ninguno de sus movimientos.

En mi cabeza solo escuchaba un susurro diciéndome.

-Freeze, freeze, freeze

Y mis manos empezaron a sentirse el hormigueo de mi sangre y de pronto, vatu estaba torciendo los brazos del maniquí mientras lo tenía contra el suelo, esa cosa parecía poseída pues temblaba su cabeza de todas formas imaginables, lo toque y poco a poco empezó a hacerse lento, y de pronto estaba completamente congelado, vatu lo golpeo y se rompió en muchos pedazos pequeños, al rededor toda la gente estaba mirando y mi familia salio a la calle a ver que era lo que estaba sucediendo, mi madre grito mi nombre y eso fue lo que mas me preocupaba.



Mas allá del mismo serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora