HYUNG [KOOKMIN] 🔞🔥

HYUNG, ¿QUÉ TIENES AHÍ?

Estaba agotado. Había pasado toda la mañana ejercitando y mis piernas estaban muertas. Me resultaba difícil incluso mantenerme de pie.

-Vamos Jungkook unos pasos más y ya.

Abrí la puerta y una lágrima cayó por mi mejilla al ver el sofá. Se trataba de un mueble viejo y medio roto, pero en mi estado parecía caído del cielo. Utilicé mis últimas fuerzas para lanzarme sobre él.

Mis ojos se cerraron en el momento en el que mi cabeza tocó el cuero. Había estado soñando con una siesta toda la mañana y de verdad que me la merecía. Mi mente se desconectó de mi cuerpo, estaba listo para abandonar mi cuerpo cuando de pronto...

¡DING DONG!

Me levanté con la mano en el pecho, el maldito timbre había estado a punto de provocarme un infarto. Tras recuperar la calma dirigí mi mirada a la puerta esperando que alguno de mis Hyungs se acercarse a abrirla, pero nadie lo hizo.
¡DING DONG! ¡DING DONG!

Quién fuera que estuviera al otro lado estaba empezando a perder la paciencia. Mientras yo seguía esperando a que alguien se acercara a abrir. Yo no estaba esperando nada ni a nadie así que no iba a levantarme.

-¡¡¡EL TIMBRE!!!

Esperé un par de segundos pero nadie respondió. Mis Hyungs se pasaban el día encerrados en casa pero cuando los necesitaba nunca estaban. Finalmente me tragué mi orgullo y me dirigí a la abrir.

¡DING DONG! ¡DING DONG!

-¡YA VOY!

Abrí la puerta y me encontré con una mujer pequeña vestida de repartidora. Me miraba con rabia como si fuera consciente de que la había hecho esperar por no levantarme del sofá.

-¿Eres Park Jimin?

-Emh no. Soy Jeon Jungkook.

-No me importa quien seas. ¿Puedes darle esto a Park Jimin?

Mis ojos se dirigieron al pequeño paquete amarillo que portaba bajo su brazo.

-Supongo que sí...

Sin decir una palabra más me alargó el paquete, se dió media vuelta y desapareció. En mi vida había lidiado con muchos repartidores pero nunca había recibido un servicio tan pésimo. La mujer estaba de tan mal humor, que hasta Yoongi sería capaz de realizar el trabajo con más tacto.

Cómo sea, cerré la puerta y me volví al sofá. Deje el paquete en el suelo a escasos centímetros de mí y volví a mi siesta.

Tres horas después me desperté con las piernas abiertas y un hilo de saliva en mi mejilla mientras abrazaba una almohada. Miré a los lados agradecido de seguir solo en el dormitorio y que nadie me hubiera visto en esa situación. Limpié la saliva de mi rostro y me senté tratando de volver en mí. Después de una siesta siempre me quedaba ido por un par de minutos.

Mientras mi mente trataba de centrarse mis ojos se posaron en el pequeño paquete amarillo. Recordaba haberlo recogido cuando vino aquella repartidora tan borde, pero no recordaba nada más. Lo tomé entre misanos y leí la etiqueta, era para Jimin Hyung.

-¿Qué demonios debe ser esto?

Era un paquete con una forma algo extraña. Era estrecho, pero al mismo tiempo alargado. Tenía forma de contener alguna botella, pero sus dimensiones eran demasiado pequeñas para eso. Probé a olerla, agitarla e incluso escuchar, pero no pude comprender de qué se trataba. Solo quedaba una opción...

-No debería abrirla... No es para mí, pero tengo demasiada curiosidad... ¡Ah al carajo!

Empecé a deshacer el paquete con cuidado tratando de no romperlo con la esperanza de poder reempaquetarlo luego.