We're just friends

1. Videoclub

Robin se encontraba en el mostrador del videoclub, cumpliendo su turno de noche.
Luego de trabajar en la heladería del centro comercial, aquel lugar parecía el paraíso.

Keith era el supervisor y era muy atento, Robin pudo entender su obsesión por las películas y sobre todo por la saga de Star Wars en pocas semanas, aquel lugar era mágico.

La joven estaba entretenida rodeada de papeles, lápices y marcadores que la ayudaban con el inventario.
Revisaba como todas las noches que todo estuviera en su lugar, pero el sonido de una pequeña campana colgada sobre la puerta de entrada la distrajo por un segundo, tal vez fueron más cuando vio entrar a Nancy Wheeler junto a su hermano pequeño.

—Steve —dijo en voz baja para llamar la atención de su amigo, pero él estaba perdido en los ojos verdes y los rizos de Olivia, que siempre alquilaba la misma película: Sixteen Candles.

Nancy camino entre los estantes mientras hablaba con Mike, su hermano parecía conocer cada una de las diferentes secciones, diferenciadas por el género o al menos conocía su preferida las de acción y aventura.

La rubia sabía que tenía que ayudarlos, pero sus piernas parecían estar pegadas al suelo y su amigo estaba en otro mundo.

—Maldita sea —chistó cuando su mirada se cruzó con la de la morena y se cayeron los lápices al otro lado del mostrador.

Eso la hizo salir de su lugar seguro y al agacharse pudo divisar las piernas de una joven frente a ella, levanto la vista y Nancy se agacho a su altura para ayudarla.

—Veo que Steve sigue siendo el mismo galán —soltó con una media sonrisa, viendo a su ex novio en la sección de romance.

Robin solo asintió para luego reír un tanto incomoda, nunca había hablado más de dos palabras con Nancy.

Excepto cuando se presentó en medio de una pelea contra un monstruo gigante en su antiguo trabajo.

—Nancy Wheeler —se presentó al levantarse del suelo junto a la rubia.

—Lo sé, nos hemos visto antes —dijo un tanto dolida de que se hubiera olvidado tan rápido de aquel encuentro, pero lo dejo pasar, aquella noche en el centro comercial había sido muy dura para todos.

—¿De verdad?

—No importa, soy Robin Buckley —contestó para brindar su mano en un gesto amable que fue interrumpido por Steve.

—Hey Nancy —saludo acomodando su cabello. Ese estúpido peinado que tanto molestaba a Robin, pero hacía suspirar a las chicas.

—Steve —respondió con una media sonrisa para volver a mirar a Robin que se paralizó, por primera vez la miraba a ella y no a Steve Harrington—. Me podrías ayudar, Robin.

—Yo... yo... —las palabras parecían jeroglíficos en la mente de la rubia, que no lograba armar una oración coherente.

—Yo puedo ayudarte —agregó Steve dejando a su amiga con su balbuceo.

—Te agradezco, pero quiero que me ayude Robin.

—Bien, mi amiga Robin puede ayudarte —dijo el chico tocando el hombro de su amiga que parecía haberse desbloqueado.

—Claro, dime en que puedo ayudarte —contestó un poco más tranquila para caminar a un lado de la morena, el chico sonrió al ver aquella escena y Mike lo trajo de vuelta a la realidad.

—¿Aun te gusta mi hermana? —preguntó el preadolescente con algo de curiosidad.

—¿Qué? NO —respondió rápidamente.

—La sigues mirando raro, y supongo que ahora que Jonathan se ha ido puedes volver con ella.

—Mike, ellos siguen juntos —le aclaró con obviedad.

—Eso no es lo que escuché la otra noche —dijo con algo de misterio en su voz y luego se perdió entre los estantes de películas de acción.

Fin del capítulo uno.

¡Feliz "stranger things" day!