🔆𝐆𝐔𝐒𝐔 𝐋𝐀𝐍 𝐈𝐍𝐒𝐓𝐈𝐓𝐔𝐓𝐄🔆 -; HIATUS

🔆09🔆

🔆

En el momento en que Aksha apareció en su campo de visión, el corazón de Wei Wuxian comenzó a latir mucho más rápido, casi desesperado.

Su garganta se sentía tan sofocada, que no podía pronunciar una sola palabra. Sus ojos comenzaban a tornarse cristalinos y la punta de sus dedos temblaban.

Todo el ruido a su alrededor pareció haberse esfumado, lo único que podía escuchar eran los fuertes y rápidos latidos de su corazón.

Los lejanos recuerdos con esa persona inundaron su memoria poco a poco.

Entonces, recordó.

No lo había querido admitir, pero siempre la había recordado.

Ella, aquella chica de larga cabellera negra, ojos verdosos y sonrisa sencilla aparecía como un recuerdo lejano.

Un recuerdo que según creía, tenía por olvidado.

Ahora, justo en el momento en que escuchó su voz dirigiéndose hacia él, los recuerdos pasaron enfrente suyo, como si de una película se tratara:

~Pasado:

Años atrás, en las solitarias y silenciosas calles de Yiling, un pequeño niño de alrededor de 5 años de edad se paseaba libremente por el pavimento de las calles.

Con una sonrisa que podría deslumbrar a cualquiera, ese pequeño se paseaba alegremente por Yiling, saltando, jugando y riendo. Jugando con los pájaros que revoloteaban lentamente por el aire, se entretenía a sí mismo con la cálida vista del aire libre.

Ese pequeño niño era Wei Ying. Había pasado poco más de 3 meses desde la muerte de sus padres.

Aún podía recordar las últimas palabras que le dijo su madre: —A-ying, recuerda portarte bien mientras no estamos, ¿De acuerdo?—.

—A-ying plomete poltalse bien—. La voz de Wei Wuxian era infantil, le costaba trabajo pronunciar algunas palabras. Tenía 5 años, después de todo.

La mujer le dedicó una sonrisa llena del más puro y sincero amor. Esa mujer de finos cabellos y mirada cálida, era su madre. Su madre. Wei Wuxian recordaba a su madre como la mujer más hermosa que jamás haya visto.

Y cómo olvidar las últimas palabras de su padre.

—A-ying obedecerá a mamá, ¿No es así? A-ying es bueno—.

—A-ying ed bueno—. Wei Wuxian repitió las palabras de su padre con la voz usual que tienen los niños de su edad.

—Ese es mi niño—. Su madre sonrió y le dió un dulce beso en la frente.

—Pelo…—. Los ojos de Wei Wuxian comenzaron a humedecerse— A-ying extlañalá mucho a mamá. Y a papá también—.

Los mayores se miraron simultáneamente y sonrieron. Los padres de Wei Wuxian debían ir a resolver asuntos de trabajo. Ambos trabajaban para una empresa extranjera y debían tomar un vuelo esa tarde, es por eso que iban a dejar a Wei Ying con una niñera mientras ellos estaban ausentes.

La madre de Wei Wuxian se quitó el listón rojo que adornaba su cabello y se acercó a su hijo.

—Mientras no estemos, A-ying tomará esto—. Su madre sonrió mientras ataba la cinta roja en la pequeña muñeca del menor.

Wei Wuxian miraba con ojos llenos de curiosidad el pedazo de tela que le habían amarrado alrededor de su muñeca.

—¿Qué ed edto?—. Preguntó.