Entrar a un instituto de alto prestigio puede cambiarte la vida. En el momento en que mandan a Wei Wuxian y a Jiang Cheng a estudiar a un instituto privado, la vida cambiará para ambos chicos de forma que ni siquiera imaginan. Con lo travieso y risu...
Una vez que pudo controlar los latidos de su corazón, se acomodó su uniforme correctamente y se sentó en su cama, a los pocos segundos llegó su hermano.
—Wangji ¿Estás listo? Tendremos que estar en la ceremonia antes que el resto—. Lan Xichen miraba a su hermano con su típica sonrisa gentil.
—Mn—. Lan Wangji miraba al suelo, aún estaba pensando en.... ese chico....
—Wangji....—. Xichen habló con un toque de complicidad en su voz— Hace un momento te ví conversando con un chico. ¿Ya hiciste un amigo?—.
Para Lan Xichen sería una maravilla si su pequeño hermano tuviera un amigo.
Lan Wangji miró a su hermano, frunciendo el ceño.
—¡No! Él....—. Lan Wangji se quedó pensando. "Amigo", por supuesto que ese chico revoltoso no era, ni nunca sería su amigo.
—¿Él que?—. Xichen había ampliado su sonrisa, y sus ojos brillaban.
—Él no es mi amigo—. Lan Wangji hablaba con cierto enojo.
-—Mmhh, yo pienso que podrían ser muy buenos amigos....—. Alentó Lan Xichen— Deberías acercarte a él, Wangji. Se nota que es un buen chico—.
—.....—. Lan Wangji se le quedó viendo a su hermano con una expresión que claramente decía "No necesito amigos".
—Bueno, es mi opinión. Serían muy buenos amigos, estoy seguro—. Lan Xichen sonrió— Bien, vamos a la ceremonia, nuestro tío nos espera—.
—Mn—.
Los hermanos Lan salieron hacia la ceremonia.
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Wei Wuxian se miró en el espejo y se acomodó un poco el cabello.
—¡Eyy! ¡Jiang Cheng!, ¿No piensas que este uniforme es horrible? Nuestro uniforme de la secundaria era mejor—. Se quejó Wei Wuxian mientras miraba lo "mal" que se veía con el uniforme del instituto.
—¡Si no te callas voy a romperte las piernas!—. Gritó Jiang Cheng— Apúrate, no quiero llegar tarde por tu culpa—.
—...Y todavía tenemos que ir a esa estúpida ceremonia...—. Murmuró Wei Wuxian mientras hacia pucheros.
—¿Qué tanto estás murmurando? ¡Sal de una vez del baño y vámonos!—. Jiang Cheng comenzaba a perder la paciencia.
—¡Yaaaaa vooooooy!—. Con flojera, Wei Wuxian salió del baño.
—Acuérdate que le dijiste a Shijie que serías responsable—. Bufó Jiang Cheng.
—Está bien lo haré por Shijie, solo por ella—. Wei Wuxian se resignó, no quería fallarle a su Shijie.
—Bien, vamos—.
Wei Wuxian y Jiang Cheng salieron de su habitación en camino a la ceremonia.
