“¿Realmente le vas a creer?” pregunto, el miedo que siento no es normal, mi manos tiemblan y la ansiedad va en aumento“¿Debería?” preguntas, tu voz suave en la inquietud de la noche “Fargan ¿debería creerle?” tersa y a la vez peligrosa “Quisiera no creerle pero no has hecho si quiera el intento de explicarlo”
No digo una palabra, negarlo sería una mentira
“Alex” suspiro “Si las cosas fueran tan fáciles como para explicarlo te lo diría, pero no es así, nunca ha sido así” te digo, la mirada que me das no puedo empezar a explicarla
“¿y es por eso que me dejas de lado? Porque soy muy joven como para empezar a entenderlo, porque tu vida es una tragedia; David, has alejado a casa persona que se ha preocupado por ti los últimos cinco años y lo estás haciendo de nuevo” levantas los hombros “Si ni siquiera puedes confiar en mí no sé cómo esto puede funcionar”
Tu voz tiembla, tersa y suave y a la vez peligrosa
“Salí con la hermana de Frank un día antes de nuestra primera cita” comienzo a decir “Su familia me invitó al cumpleaños de su sobrina, la conocí cuando tenía cinco años, el mismo año en el que él murió” soltando un suspiro me muevo y me siento al borde de la calle, te siento acercarte y al final te sientas “No te lo dije porque no creí que importara”
El silencio se adueña del aura por un momento, no me atrevo a romperlo
“¿Por qué no me has dicho la verdad?” preguntas después de un tiempo, me giro y te veo viendo al otro lado “Miguel me contó que Frank no murió por un suicidio” respondes
“Hay mucho detrás” respondo “mucho de lo que no quiero que te enteres” me cayo por un momento y el silencio se adueña del lugar lentamente hasta que siento que te remueves a mi lado
“Hay algo” murmuras “Algo de lo que no te he dicho y que si lo ponemos en términos así no debería estar reclamando” sueltas una risa suave, dolorosa
“¿Qué es?” pregunto
“Antes de conocerte, mi madre enfermó, fue una cosa horrible con la que tuvimos que lidiar” cuentas, el frío se posa en tus hombros y por inercia coloco mi chaqueta sobre ellos “Necesitaba un trasplante, algo de último minuto, gracias” respondes, yo solo te doy una sonrisa “Fue después de conocerte que nos llamaron, al parecer encontraron un donante compatible con mi madre, el problema era que para llevar a cabo la operación esta tendría que darse en otro país” ahora el suspiro lo botas tú “No me había preocupado por formar lazos permanentes además de los chicos, los conozco de hacía mucho así que sabía que sí me iba nada iba a cambiar” te giras hacia mí y sonríes “Hasta que llegaste tú”
Sonrío a cambio, el dolor se va formando poco a poco, la comprensión llega, la ansiedad aumenta
“Creí que nada iba a pasar, sabes, te había notado en ese bar en la madrugada y llamaste mi atención, eras demasiado inalcanzable así que no intenté nada al inicio, pero” bajas los hombros y ríes
“Pero llegaste a mi casa y agarraste un libro como si fueras dueño de ésta” respondo y ahora ríes libremente
“No eras tan inalcanzable después de todo” dices en voz baja
“Tú siempre fuiste el inalcanzable” te digo y sonríes cohibido “¿Cuando te vas?” pregunto suave y veo como te encoges
“Dos semanas” respondes y yo asiento “Lo siento” dices y vuelvo a verte
“¿Por qué?” pregunto con evidente desconcierto
“Por no habértelo dicho antes, por gastar tu tiempo” susurras y yo sonrió
“Alex, mírame” te pido y obedeces, tus ojos están húmedos por lágrimas acumuladas, por lo que tomando tu rostro en mis manos te acerco “Quiero que me escuches bien” asientes suave y sonrió “Haber pasado tiempo contigo los últimos meses, escuchar tu risa, ver cómo tus ojos se achican cuando sonríes, como mueves la boca cuando estás confundido, ver tus ojos brillar al ver tu película favorita; Alejandro, incluso haber tenido el placer de haberte llamado mío aunque sea unas semanas, ha sido para mí lo mejor que me ha pasado en los últimos cinco años” me acerco, beso tu mejilla y siento como tiembla ante ella “Alejandro, el simple hecho de que estuvieras ahí convirtió mi vida en un rayo de luz; así que no, yo no me arrepiento de haber pasado tiempo contigo, nunca lo llamaría gastar mi tiempo” te beso suavemente y correspondes a él “No sabía que aún tenía tiempo hasta que llegaste” ríes suave y me besas
Al separarnos no te alejas, gravitas sobre mi en un estado casi catatonico
“¿Qué haremos?” preguntas y te abrazo
“Disfrutar estas últimas dos semanas” te digo y te siento sonreír
Si la ansiedad, el dolor y la depresión me están corcomiendo por dentro, decido no mostrártelo
Después de todo, el secreto de Frank no es lo único que no sabes.
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Limerencia
FanfictionFargan es alguien abandonado por el amor, enamorado de un chico que al parecer rebozaba de este. Fargexby Au/ Cortos