Tus labios rezan mi nombre (Traducción) FINALIZADA

Capítulo 11 : Iniciación (Traducción)

Spencer no había visto a Aaron desde el viernes por la mañana, ya que ambos habían estado ocupados con el trabajo y le resultaba cada vez más difícil dormir por la noche. Aparentemente, era ridículamente fácil volverse adicto a quedarse dormido con la respiración de Aaron en su cuello y su fuerte brazo alrededor de su cintura. El resultado de esto era que estaba llegando tarde a la misa del domingo por la mañana e ignorando su teléfono que sonaba en su bolsillo hasta que terminó de estacionar. Al salir al viento helado, creyó reconocer la furgoneta de Morgan más abajo en la calle, lo que se confirmó cuando miró el texto. Morgan le había enviado un "¿Dónde estás?" "Afuera", respondió Spencer mientras se apresuraba calle abajo y se metía en la iglesia justo cuando comenzaba el servicio. Vio a Morgan sentado en la parte de atrás y se sentó a su lado.

"Pensé que no vendrías, tío", susurró Morgan.

"Me gusta llegar tarde", susurró Spencer. "Evita toda la parte de saludos y presentaciones". Además, se había dormido. Aaron se colocó detrás del atril, con los ojos mirando a la multitud hasta que se iluminaron sobre Spencer con una sonrisa apenas perceptible que Spencer devolvió antes de agachar la cabeza detrás de su cabello. Cuando levantó la vista, Morgan lo estaba mirando con una mirada extraña en su rostro. Spencer arqueó una ceja a modo de pregunta, pero su amigo solo sacudió la cabeza y volvió su atención al frente.

El servicio era sobre Apocalipsis 22, enfocándose principalmente en pasajes sobre el Río de la Vida y agradeciendo lo que Dios provee. Spencer dejó que la suave cadencia de la profunda voz de Aaron se apoderase de él mientras intentaba comprender el fuego ardiente de la positividad y el optimismo que todavía motivaba al otro hombre y subrayaba su homilía. No era algo fácil de entender en su tipo de trabajo y el de Morgan, en el que se veían obligados a combatir la escoria de la sociedad en todo momento. Pensó en Hardwick, quien debía ser ejecutado mañana, y no sintió nada más que la voz de Aarón entonando: "deja que el malvado siga haciendo el mal, y el inmundo siga siendo inmundo, y el justo siga practicando la justicia, y el santo siga guardándose santo". Morgan junto a él murmuró su acuerdo, asintiendo con la cabeza. Spencer centró su atención en su compañero de trabajo, su amigo y vio en él una paz que rara vez veía.

Girándose, Morgan susurró como si fuera su mayor secreto, a pesar de que Spencer pensó que ya conocía los secretos más oscuros de Morgan: "Solíamos ir a la iglesia todos los domingos con mi papá. Dejé de ir cuando era un adolescente. Recé por ayuda y nadie respondió mis oraciones ". Se detuvo por un momento, pero no parecía esperar que Spencer dijera nada. "Aún así, es reconfortante".

"Lo sé. No soy creyente, pero sigue siendo agradable". Spencer nunca creería que un personaje invisible parecido a un superhéroe en el cielo lo amaba, pero podía apreciar que la idea podría ofrecer consuelo. Aunque eso era algo contrarrestado por el hecho de que miles de millones de personas habían sido asesinadas en su nombre a lo largo de los siglos. Realmente, ¿era tan difícil creer en Dios y no ser un completo idiota? Aaron lo había logrado. El padre Rossi lo había logrado. Muchos otros lo hicieron, pero se preguntó cuántas personas sentadas a su alrededor se volverían contra Aaron cuando se supiera que estaba en una relación homosexual. Se preguntó cuántas personas en esta sala correrían y se afanarían por la oportunidad de lanzar la primera piedra. "Quiero decir, la mayoría de las veces".

Morgan asintió y quedaron en silencio. Poniéndose en pie cuando los demás se pusieron de pie. Sentándose cuando hubo que sentarse de nuevo. Morgan cantó los himnos con una voz de tenor sorprendentemente agradable. Ninguno de los dos tomó la comunión, pero esperaron pacientemente a que terminara el servicio y que los Padres Hotchner y Rossi bajaran con los feligreses.