SERENDIPIA [ kurotsuki ]

6

Kuroo sabía que algo andaba mal, y las doce llamadas no atendidas hacia Bokuto se lo confirmaron, empezaba a desesperarse, sentía su cuerpo vibrar temerosamente, y conociendo a Akaashi tenía una clara idea de lo que podría haber sucedido. 

El azabache marcó el número de su topo en el colegio de sus amigos, pateaba la pared impaciente, esperando que levantase la llamada.

— ¿Si? — respondió una voz áspera del otro lado. Kuroo se alivió un poco, pero no lo suficiente.

— Tendou, ¿qué pasó con Bokuto y Akaashi? — preguntó sin rodeos, necesitaba ir al punto del a situación y rápido. Tendou tardó unos segundos en responder y el pelinegro volvía a desesperarse. 

— Creo que lo mismo de siempre, no estoy seguro... pero — calló unos segundos.

— ¿¡Pero?! — Kuuro perdía la paciencia.

—Bokuto salió corriendo del baño con Akaashi en brazos, y parecía...muerto — le soltó temiendo lo peor. Al escuchar las palabras del pelirrojo Kuroo cortó la llamada sin decir más, y pateó la puerta del baño antes de salir por esta, dejando a un Tsukishima triunfante que había estado escuchando la conversación a escondidas.

"Así que drogas...interesante" pensó encerrado en un cubículo del baño, escuchando del otro lado de la puerta a Kuuro gritar. 

—***—

— Kou — la voz del pelinegro fue un susurro calmo, su amigo había atendido después de incontables llamadas, y Kuuro empezaba a perder la paciencia. 

— Hey — respondió el bicolor a través de la línea.

—¿Qué pasó? — era tonto preguntar. Lo sabía. Pero necesitaba saber con detalles lo sucedido.

—¿Qué, qué pasó? ¡Dios, Kuroo! — un deje de desesperación inundó su voz. — ¡Toda la puta ciudad sabe que carajo pasó! — 

Suspiró, sabía que Bokuto iba a estar así, era algo obvio, pero no tenía la paciencia necesaria para eso.

— Perdón — pidió Bokuto al no escuchar respuesta, se pasó una mano por el rostro, Kuuro no tenía la culpa de nada. 

— Está bien — dio una calada profunda al cigarrillo entre sus labios y habló. — ¿Cómo está? —

—En operación —el bicolor apoyó la cabeza contra la pared.

—¿Estás solo? — necesitaba sacarle conversación de alguna manera. 

Un Bokuto solo, desesperada, y con Akaashi en otra operación no era algo bueno. Su mente lo consumía de a poco, millones de cosas pasaban por esta, atormentándolo. Y eso que solo sabía lo superficial.

— Lo lastimé, Kuroo — desesperación. — le reventé una vena —quiebre.

—¿Kou? — se derrumbaba, Bokuto se derrumbaba.

— Yo solo quería despertarlo... mantenerlo conmigo — calló. Algo pasaba por su mente. — No. —

—¿No? —algo no estaba bien, Kuroo lo supo de inmediato, pero eso, eso simplemente lo sorprendió.

— Quería lastimarlo — jadeó. Bokuto no estaba preparado para decir esa verdad. No podía aceptarlo. — Necesitaba hacerlo sufrir... como yo lo estoy haciendo ahora. —