Capítulo 16

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Draco se metía a la sala de menesteres a la tarde porque sabía que a esa hora Harry no aparecía, solo andaba por las noches.

Siempre que entraba siempre buscaba el libro de Percy Jackson que no pudo terminar de leer por dejarselo a Harry, para que no se diera cuenta que el que leía aquel libro muggle, era, nada más ni nada menos que él.

Entonces siempre era la misma rutina, llegar, agarrar el libro y leer en donde se quedó, pero ese día fue diferente, no había dormido bien la noche anterior, mejor dicho, durmió de madrugada, solo un par de horas y luego se tuvo que levantar para ir a clases, entonces cuando llegó a sala de menesteres agarró su libro, se recostó en el sillón para leer, era más común que se sentara en la cama a leer, pero ese día se sentó en el sofá y al leer solo dos hojas del libro comenzó a sentir sus párpados pesados y se terminó durmiendo.

— • —

Cuando Harry llegó se encontró con que esa noche no se encontraba solo en la sala de menesteres. Se sorprendió al ver a Draco ahí, cuando lo vió quiso irse, pero decidió que no, que sabía que esa era su oportunidad de estar un tiempo a solas con él, sin pelear al menos.

Lo levantó con cuidado de no despertarlo y lo llevó hasta la cama.

Cuando lo estaba por dejar, Draco lo agarró del brazo y le dijo que no se fuera, que lo necesitaba, lastimosamente no dijo su nombre, sino que dijo el de Theo, pero le dió igual y se acostó a su lado, los tapó a los dos y se dió la media vuelta para dormir.

Draco comenzó a moverse, parecía ser una persona muy inquieta cuando dormía y en un momento puso una pierna sobre las de Harry y lo abrazó por detrás, parecía ser una posición incómoda.

Así llegó la mañana y con eso, el horario de levantarse de Draco.

Draco abrió los ojos y empezó a sentir que su cabeza no estaba en una almohada sino que en el pecho de alguien, que su pierna estaba enredada junto a otras dos y que estaba abrazando un torso.

En un momento se había asustado y le había agarrado pánico, pero recordó que le había dicho a Theo que se quedara a dormir con él, entonces volvió a cerrar los ojos, era domingo, eso implicaba que podía dormir un poco más de las seis de la mañana.

Hasta que se dió cuenta que nunca llegó a su sala común, y que ese cuerpo no olía a Theo, sino que olía a Harry Potter, abrió sus ojos bien grande y se levantó rápido.

— Eres muy inquieto ¿Lo sabías?  Vuélvete a dormir.

— ¿Por qué siempre despierto contigo? ¿Por qué no puedo despertar solo o en su defecto con alguno de mis amigos?

— Te recuerdo que tus amigos tienen pareja — Dijo Harry aún con los ojos cerrados.

— Lo sé.

— Por cierto, de nada.

— Yo no te pedí que me trajeras a la cama — En un momento se asustó, estaba sin camisa, con la mano que tenía apoyada sobre Harry y levantó lo que lo cubría, miró debajo de las sabanas y solo tenía sus boxers, pero miró a Harry y él aún seguía vestido. — ¿Qué hiciste, sucio, pervertido?

— ¿Qué hice de qué? — Abrió un ojo y lo miró de arriba a abajo. Draco se sintió observado, se tapó rápidamente con la sábana y se sonrojó.

— Yo no hice nada, tuviste calor a la noche y te comenzaste a desvestir ¿Te mueves mucho sabías? Sobre todo cuando tienes sueños húmedos. — Sonrió Harry y Draco se puso aún más rojo.

— Estás divagando.

— Claro si que te pongas a gemir a mitad de la noche es divagar, voy a seguir divagando y diré que me diste toda la noche, solo por si te preguntas de el porque estás algo mojado. Y no hubo más contacto.

Harry se levantó, el estaba algo sonrojado también ¿Estaba admitiendo que se dejó apoyar por Draco toda la noche y se estuviera refregando contra él? Un poco. Y no se quejaba porque él lo había disfrutado.

Se metió al baño algo apenado y comenzó a bañarse, se sentía algo sucio por dejarse hacer.

Draco si recordaba el sueño, fue un sueño húmedo y con Harry.

— Que idiota soy. — Se tiró para atrás volviéndose a acostar. — ¿Por qué estas cosas me pasan a mí?

Quizás, su cuerpo le decía que necesitaba una despedida de Harry y la mejor manera era de esa forma.

No sabía si hacerlo, pero su cuerpo ya estaba reaccionando y yendo hacia el baño. Giró la manija, sabía que se iba a arrepentir, pero era el momento.

— Una última no estaría mal ¿Verdad? — Draco sonrió y se metió a la ducha con un Harry sorprendido.

— P-pero tu no... ¿Tu no estás comprometido? — Draco lo besó para que no siga hablando.

— Eso no lo pensaste anoche. — Lo volvió a besar.

— No te entiendo, Draco, quieres que me aleje, pero luego quieres tener sexo, no te entiendo.

— Será una despedida, Harry, no nos volveremos a hablar. — Cuando lo iba a volver a besar, Harry lo detuvo.

— ¿Por qué tiene que ser una despedida? ¿Por qué simplemente no nos quedamos juntos? Podríamos ser una pareja y listo.

— Pero, estoy comprometido ¿Recuerdas?

— Eso no decías anoche gimiendo mi nombre — Frunció el ceño Harry — O ahora, no creo que estés recordando eso en este momento.

— ¿Qué es lo que quieres?

— Quiero que estés conmigo, Draco.

— Ahora estoy contigo — Frunció el ceño Draco.

— No así, hablo como una pareja.

— Yo... Harry no. Eso sería imposible.

— No es imposible, tu... Tu tienes que elegir, nada es imposible. ¿Quieres o no, estar cerca de mí? — Draco se lo pensó.

— No...

— Bien. Era todo lo que necesitaba escuchar, puedes irte.

— Pero... Harry, yo...

— Vete — Miró sus pies que estaban mojados por la lluvia de la ducha. — Solo vete. No necesito verte, no por al menos un tiempo, esta fue nuestra despedida, no más, no quiero que haya sexo como despedida, solo esto, solo quería escuchar que no querías estar conmigo. Pero... ¿Por qué no?

— Harry...

— Te comprometes, es eso ¿Verdad?

— Eh, sí.

— Blaise me dijo que tus padres en realidad te habían dado a elegir con quien querías estar. Entonces lo eliges a él, a pesar de que se besó con Cedric. — Harry frunció el ceño.

— Sí, Potter, lo elijo a él antes que a ti. ¿Eso es lo que te molesta verdad?

— Sé que me equivoqué al irme con Cedric, pero en realidad, yo no te quería perder. Nunca quise.

— Me gustabas, Harry, pero tu te fuiste por tu lado, tuviste tus elecciones y tus errores, ahora me voy yo, voy a tomar mis elecciones y mis errores. Adiós, Harry. Como tú decidiste, me alejaré, si nuestros amigos coinciden y estamos todos juntos, yo no me acercaré, no te hablaré, y será todo. Seremos dos desconocidos. Hasta siempre, Potter. — Draco le ofreció la mano, y Harry la aceptó así cerrando aquel trato de desconocidos.

Draco's ConquestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora