Rosa Defectuoso | Spinelxperla Rosa

Capitulo 32

Spinela recorría los pasillos corriendo lo más que podía empujando una que otra gema se cruzará en su camino y posteriormente escuchar los insultos detrás suyo pero no le importó esta vez, ahora la ira estaba por llegarle a blue.

Miraba ambos lados suyos buscando una señal de perla azul pero nada ¿había huido? Tal vez ni siquiera tenía en mente lo que spinel estaba a punto de hacerle.

Finalmente se detuvo frenando entre sus pies pero resbalandose por su torpeza y el resbaloso suelo, pero no tardo en ponerse de pie e ir abrir las grandes puertas de los aposentos de diamante azul.

—¡PERLA TENEMOS QUE HA-

Se callo en seco al ver a diamante azul en una posición algo extraña junto con diamante amarillo, ambas diamantes miraron a spinel totalmente coloradas y spinel ni hablar, estaba hecha un tomate.

—¡S-Spinel! ¿Qué demonios haces aquí?

—Yo.. Solo iba.. Ah.. Bueno, adiós —no tenía palabras, era un momento bastante incomodo que solo se dio la vuelta y siguió su camino.

<¿¡Que carajos acabo de ver?! Diamante azul y amarillo estaban.. Amarillo encima.. Y azul.. >

Suspiro algo frustrada y el sonrojo no disminuía, por un momento se olvidó de blue y pensó en volleyball.. Cielos.. La había hecho llorar, de nuevo.

—No es momento de tener una depresión —se regaño así misma negando con la cabeza.— dónde estás..

Continuó corriendo por los pasillos a una mayor velocidad, estos eran largos y  anchos exactamente para que una diamante diera un par de de pasos y llegara sin dificultad al área del trono.

Jadeante finalmente se detuvo a las afueras del palacio  posada sobre sus rodillas jadeante buscando el aire, la ira se calmo y no sabía el por qué.. Pero lo que menos quería recordar eran las cosas horribles que le había dicho a volley.

—Soy.. Un mounstro.. Nisiquiera peeps merece mi amistad.. Es divertido ¿no? Fui hecha para hacer reír a los demás y estar a su lado para ayudar.. Sin embargo..

Se sentó en el suelo abrazando sus rodillas y escondió su cara entre sus brazos, no iba llorar, las lágrimas ya no eran una opción para sentirse mejor, ¿cómo pudo caer en las mentiras de perla azul? ¿Por qué le hiz esto? Tampoco era su amiga entonces desde el principio.

Se quedó en silencio sin moverse o hablar solo estaba ella sentada en los escalones salida del palacio era raro ver el planeta madre tan callado, aun no podía acostumbrarse a los cambios y pareciera que nunca lo haría. Su corazón rito solo se agrietaba más en vez de llorar, se dio cuenta de su defecto al ser tan fácil de manipular en cambio peeps.. Era.. Wow.

—Perfecta.. —soltó sin ánimos pero una pequeña sonrisa de esperanza se dibujó.

Era cierto lo que decia, imaginaba a peeps sentada sobre un prado lleno de flores tocandolas y mirandolas con una sonrisa de absoluta felicidad, una sonrisa que contagiosa a cualquiera que la viera.. De solo pensar que podrían arrebatarsela su enojo comenzó a crecer y ahora perla estaba ahí en su mente con una sonrisa de total victoria y sabía el por qué.

Pero la batalla había acabado, ni siquiera sabía por qué le importaba tanto el hecho de que perla estuviese cerca de peeps o por qué le dolia tanto tenerla lejos.. Es extraño.

—Volleyball.. Quedate conmigo.. —susurro y el juramento de no volver a llorar se rompió.

Volvía a estar sola, todo por su culpa al no haber escuchado a peeps.. Por haberle hecho caso a perla azul.. Por dejar que perla le arrebatara lo que más aprecia en este universo, cierto.