La historia Shikasaku

Capítulo 21

—¿Sasuke lo hizo? —pregunte metiendo las manos a los bolsillos. Trataba de mantenerme relajado, ya que lo que menos necesitábamos en estos mementos era exaltarnos.

Ya nos encontrábamos todos reunidos para oír lo que Naruto tenía que decir y poder hacer una estrategia a base de eso para poder acabar con Sasuke.
Lamentablemente Naruto solo nos había repetido lo que ya sabíamos, que era el ataque de Sasuke a los Kages y que "casualmente" se había encontrado con el terminando así en enfrentamiento. Pero no nos dijo cómo es que exactamente llegaron a encontrarse en el mismo lugar y parecía renuente a hablar sobre eso.

—Es una situación inverosímil —mencionó Shino que se encontraba a mi lado, siguiéndome la corriente.

El ambiente cada vez se ponía más tenso y me desesperaba en sobremanera que Naruto no nos dijera las cosas completas o como en realidad pasaron. Se podía notar que nos ocultaba muchas cosas que habían pasado en ese enfrentamiento.
Brevemente pase la mirada por el resto de nuestros amigos, encontrándome con miradas de enojo y desesperación. Todas dirigidas a Naruto como si con eso pudieran intimidarlo y hacer que hable de una vez por todas.

—Es por eso que quiero que me dejen hacer cargo de Sasuke —volvió a pedir Naruto de manera firme cortando el lúgubre silencio que se había hecho presente.

Era realmente desesperante escuchar que él quería hacerse cargo de algo, del cual no sabíamos el porqué de su insistencia.

Y yo no era el único que se sentía de esa manera. Tenten demostró su exasperación golpeando fuertemente con su puño la pila de madera que tenía detrás de ella. —¡¿Enfrentarás tú solo a Sasuke?! ¡¿Como esperas que estemos de acuerdo?! —gritó ella moviendo la cabeza de un lado a otro demostrando su inconformidad.

—Tenten tiene razón, Naruto —apoyo Shino dirigiéndose a él—. No podemos ceder ante tu necedad. Y la razón es porque es un gran problema para la aldea.

—No estoy siendo necio —alzó la voz Naruto. Parecía que igual se estaba irritando. Como todos.

—¡Dijeron que nos darían los detalles al llegar a casa, pero nunca creí que dirías esto! —replicó Kiba desde lo alto de la pila de maderas con Akamaru al lado.

Ante esas palabras caí en cuenta de dos cosas. Primero, que ya se nos había hecho costumbre reunirnos a tratar temas serios entre las maderas de construcción. Y segundo, que Kiba estaba pidiendo detalles de la misión donde supuestamente el estuvo presente, ¡¿por qué?! Él y Lee deberían ser los más enterados de todo ¿no?, pero al ver sus rostros y después de lo que dijo Kiba note que estaban en la misma incertidumbre que nosotros. ¡¿Que rayos había pasado entonces?!

—¡Todos hemos decidido acabar con Sasuke! —sentenció Kiba al final golpeando igualmente la madera como diciendo "caso cerrado"

Pero Naruto seguía con esa mirada firme dándonos a entender que nada de lo que dijéramos iba a hacerlo cambiar de opinión. Eso no me daba buena espina y como la persona suspicaz que soy, algo se me vino de golpe a la mente.

—Oye, Naruto, no me digas que piensas enfrentar a Sasuke por ti solo, cuando en realidad lo que planeas es protegerlo —fruncí el ceño escupiendo con toda la mala gana que podía ante esa posibilidad.

—No, no tengo intenciones de proteger a Sasuke —me respondió de igual manera sosteniéndome y endureciendo la mirada.

Pero eso solo duro unos segundos ya que después de lo dicho instantáneamente mi mirada fue a parar en Sakura que se encontraba detrás de Naruto, hasta el momento ella no había dicho palabra alguna, pero sabía que ella al igual que Naruto sabía algo o mucho, que no quería decir.
Era más que obvio que ella había estado en la batalla de Naruto con Sasuke, lo deduje ya que después de mis palabras su mirada se volvió triste y sus ojos se volvieron acuosos, como si estuviera a punto de llorar por algún recuerdo que se le había venido a la mente. En manera de defensa vi como baja la cabeza para fijar la vista en el suelo, creí que en cualquier momento se pondría a llorar.
Ver eso solo aumentaba mi desesperación por que no podía hacer nada por la aldea ni por ella mientras seguía sumergido en la ignorancia, porque esos dos no querían hablar.