Ayano x Setsuna || 💞🔪30 Días OTP🔪💞

〘 caricias 〙

A Setsuna realmente aveces se le hacía muy difícil tener prácticamente a un gato como pareja, ya saben; el tipo de gato que sabes que te quiere y tu también lo quieres, pero el desgraciado casi siempre se la pasa rasguñandote o mordiendote cuando tratas de mostrarle algún tipo de afecto, y si no es el caso ¡simplemente te ignora!. Bueno, damas y caballero, Ayano Aishi es ese gato y Setsuna Haichi prácticamente la dueña de ese gato. Por ese motivo aveces debía sacar su gran poder de montar escenas de telenovelas para recibir un poco de cariño. . .

Ella le daba mucho amor y afecto a esa gata, ella también merecía recibir un poco de ese amor y afecto, aunque fuera un simple beso o un abrazo ¡no lo pedia seguido, solo un día por lo menos! Eso es lo que hacen las parejas, ¿no es así?.

"Amor recíproco", ellas tenían eso, lo sabia perfectamente.

Entonces, ¿por qué ella no podía obtener aquello en la manera que lo necesitaba?. Setsuna es más que conciente de la condició de Ayano, de su cierta respuesta a estos actos y su confusión de los mismos, al igual que los sentimientos.

Pero volveríamos a lo mismo . . .

Aunque fuera algo tan leve como una caricia o algo más como un beso; no le importaba, sólo quería recibir un poco de ese supuesto amor que Ayano sentía por ella . . .

¿Estaría exigiendo mucho?
Talvez le exigía mucho a una gata . . .

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En silencio Ayano se dedicaba a observar con curiosidad a la persona que tenía enfrente, su pareja, quién tenía la mirada perdida en algún punto de la sala. Se suponía que ambas estaban estudiando para el examen del día siguiente, pero en algún momento Setsuna se sumergió por completo en sus pensamientos—por cuatro minutos enteros y contando—. Ayano en todos esos minutos se dedicó a esperar pacientemente a ver si la castaña decidía regresar de su mundo por si misma, pero al notar que los minutos empezaban a alargarse decidió que sería ella quién la sacarían allí. No obstante, teniendo su mano a unos cuántos centímetros del hombro de Setsuna se detuvo en seco.

—Ayano . . . ¿En serio me amas?—. Cuestionó ella, con un tono bajo denotando una pizca de dolor. procedió a abrazarse a si misma inconscientemente.

La nombrada se asombró por la repentina pregunta, alejo su mano lentamente de la contraria, pero debido a su forma de actuar asumió que era otra escena melodramatica sólo para hacerla hacer lo que quisiera—en este caso saltarse el estudio—, sin embargo, esta vez eso era algo que de verdad no iba a permitir.

—Setsuna, no te levantarás de esta mesa hasta que cómo mínimo me resuel- —. Rápidamente fue interrumpida por una enojada y indignada Setsuna.

—No, hablo en serio Ayano—. Contrastó de manera tajante. —Créeme que continuaré con los ejercicios pero solo si respondes esta pregunta; ¿Me amas de verdad?—. La miro directo a los ojos al pronunciar aquello, tenía una expresión seria pero con una notable triste y . . . de soledad . .

Sus pupilas de corazon estaban levemente rotas . .

Al conectar miradas Ayano solo pudo sentir un fuerte escalofrío pasar por su columna vertebral, se encontraba a si misma un poco fuera de lugar en ese momento.

—Por supuesto que te amo de verdad, Satsuna. No dudes de ello—. Afirmó suavemente.

Setsuna ante aquella respuesta cerró los ojos un momento, respiro hondo y negó con la cabeza, para luego, adornar su rostro con una sonrisa ladeada.

Una muy falsa a ojos de Ayano.

—Lo sé, perdón, no sé que me pasa hoy—. Se excusó a medias. Dejo de abrazarse y rápidamente tomó su lápiz, fijando la mirada en el cuaderno que tenía en frente. —Bueno, acabemos con estos problemas—. Dijo. Sus ánimos aparentemente habían sido renovados por lo que, como siempre solía hacerlo empezó a golpear suavemente el lápiz contra la mesa, lista para empezar a escribir.