|| Insane love || En Pausa

CAPÍTULO 2

***Cuándo las luces se apagan***

Casey

Estaba en mi alcoba, acostada esperando agarrar una gota de sueño. Pero no pasaba. Por el contrario me ponía ansiosa y mis manos comenzaban a sudar, esperando su respuesta. En un abrir y cerrar de ojos, entró la tan esperada réplica.

Cogí mi móvil y miré mi pantalla. Ahí estaba su nombre.

Hola preciosa, ¿estás disponible?

Yo: Para ti, siempre, ¿o lo has dudado acaso?

Por supuesto que no. Entonces... ¿Puedes salir ahorita?

Yo: ¿Estás loco? son las 2 am. Además están dormidas.

¿De cuándo acá has tenido miedo? vamos, será rápido. Quiero mostrarte algo.

Yo: Déjame pensarlo.

No lo pienses tanto y acompáñame.

Yo: ¿A dónde iremos?

Esa es la respuesta que quería escuchar. No te diré, es sorpresa.

Yo: Por lo menos dime que haremos.

Mmmm, haremos muchas cosas. Te estaré esperando en la esquina del parque. Dónde siempre nos vemos.

Yo: Ok, dame diez minutos.

Ok, ya estoy aquí.

Yo: Estúpido.

Sabía que dirías que sí.

Yo: Allá nos vemos.

Si mi madre y mi hermana supieran lo que hago, no me dirigirían la palabra. Sobre todo mi hermana, ya sé que tuvimos una conversación reciente, pero no puedo evitar caer en la tentación. Es cómo si el diablo me llamara. O algo así. Me encanta lo prohibido y con Stefan, la paso muy bien, es un chico genial, nos hemos vuelto "muy amigos" y siempre que podemos hacemos este tipo de encuentros. Además está bueno. No soy ciega por Dios.

Claro que no lo quiero para algo más, sólo algo de momento y ya. No estoy para relaciones, me da flojera eso del romanticismo. Por eso le terminé a Harry. Era muy cursi y a veces podía llegar a ser muy aprehensivo. Así que le dije, olvídame. ( Inserte voz de Tiffany Wilson).

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Ya estoy lista, para verme con Stefan, luzco bien y me gusta mi vestimenta.

Entrando más en detalle con mi atuendo , me puse un vestido negro ajustado arriba y suelto como una falda abajo. Zapatillas y un leve maquillaje que no me tomó mucho tiempo.

Llegó el momento de salir y convertirme en cenicienta callejera.

¡Let's go, babys!

Salí con cuidado por la ventana trasera de mi cuarto. Para mi suerte hoy habían dejado la escalera puesta, así que con cuidado bajé. Escalón por escalón con mucha sutileza . Ya que desgraciadamente por dónde estaba bajando limitaba con la ventana de mi hermana mayor. Un paso en falso y caería directo a los regaños de mi segunda madre.

Luego de bajar y sentir el suelo, caminé casi de puntillas, cosa que no hacía falta, pero uno nunca sabe. A veces llegaba a sentirme observada. Así que, por si a las moscas.

Y si era cierto, un carro tenía ligeramente las luces encendidas. Sentí mis vellos erizarse y no me quedó de otra que seguir caminando como si no hubiese pasado nada. Mientras lo hacía, miraba de reojo cómo el auto avanzaba, pero cada vez más cerca de mi.