CAPÍTULO 6

9 2 0
                                    

*** Noche de fiesta y una sorpresa***

Lilith

Encerrada en mi alcoba pude recordar todo el asco de día que tuve. De por sí fue un caos total. Mis impulsos  y las locuras de Casey. Resumen total. 

Y ahí estaba, sumergida en pensamientos oscuros, que imaginaban al idiota de Jason muriendo. Porque si, lo quería y quiero muerto. Me da mala espina y es muy hijo de puta. No lo sé, pero mi intuición me lo dice. Ya veremos si duran.

O mejor dicho, ya veremos cómo se porta el cabrón.

Me peiné en frente de mi cómoda y vi esas pequeñas ojeras que se estaban asomando por debajo de mis ojos azules. Ya llevaba días sin llevar una vida "tranquila", aunque nunca he sido del tipo de chica que lleva una vida relajada. 

Resoplé y fui directo a asearme y arreglarme. Bajé las escaleras y me encontré a mi padre. El galán de galanes cómo dice mi amiga Ashley. 

Mark Stewart, mi progenitor, descendiente de los más buenos dotes familiares, con una increíble sonrisa, unos bellos ojos azules y un poco... Mujeriego. Sí, porque lo era. O bueno lo sigue siendo. Es una buena persona, lástima que cuándo se separó de mi mamá yo quedé un poco dolida. Pero con el tiempo lo fui aceptando.

— ¡Qué hay papá! — esbocé una amplia sonrisa angelical — Estás muy guapo hoy — le hice ojos.

— Hola princesa — aún me sigue llamando así. No importa los años que pasen, para él siempre seré su linda doncella — ¿Cómo te ido en la universidad? y sí, estoy muy guapo, listo para comerme.... — pensó y sonrió perversamente  — el mundo— me guiñó el ojo.

Yo giré los ojos. Pero en el fondo capté lo que quiso decir. Me causaba gracia. Ya cuándo terminas de aceptar y sobrellevar las situaciones es más ligero y llevadero todo. 

— Pues a decir verdad, ayer empecé. No te sabría decir si me va bien. Pero digamos que si — me encogí de hombros — ¿tiene alguna nueva dueña, este rompecorazones? — su risa ronca se escuchó por toda la sala.

— Aún nadie. Voy despacio. Seguro habrá una mujer afortunada que se quiera casar conmigo— ambos nos quedamos mirando y luego estallamos en una sonora carcajada — ¿Cómo está mi otra hija?— miró a todos lados buscándola.

De repente la vimos bajando muy arreglada y bien perfumada ¿Para dónde iría? Iba con algo detrás de las manos. Sospechoso.

— Hola pa — hizo un intento por sonreír

— ¿Sólo eso? ¿no hay un abrazo? me siento sólo — Se sobó el pecho y me miró — vengan para acá. 

Nos abrazó a ambas y los tres reímos por lo alto.

— ¡Pero miren lo que trajo el viento! — mamá lo miró y el tragó grueso. 

Pude ver porqué.

A pesar de los años nuestra madre se mantiene cuidada, perfumada y con ropa que se adapta a su cuerpo. Esos dotes se nota de dónde los saqué. En cierta parte me gusta, porque uno no se debe dejar morir por terminar con alguien. La vida continua y no está para desgastar lágrimas en pendejos. 

— ¡Madre pero guapa estás hoy! — me acerqué y le di una vuelta. — Maravillosa — ella sonrió y los ojos de mi padre no dejaban de admirarla.

— Por lo menos disimula — le leí los labios a Cay.

Despertó del hechizo y dijo:

— Trajo tremendo regalo ¿no? — dio una vuelta y sonrío. Los ojos de mi madre fueron directo a ese punto que según ella le encantaba.

 || Insane love || En PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora