3. Insoportable

868 138 40
                                    

Alexia

Estamos viendo El Gran Show, algunos bailan realmente bien y otros, realmente mal, sin embargo, se esfuerzan y eso es lo importante.

Con respecto a lo otro, me sentía un poco mejor, ya no lloro tanto como antes y lo considero parte de mi esfuerzo.

Es muy poco, pero, para mí es un poco de mucho progreso.

Sigo comiendo del helado de chocolate que sirvió mi tía en un vaso de plástico, por un momento sentí que se congeló mi mente y mi estómago, algo que me pareció raro.

Ignoré el hecho y seguí disfrutando del sabor, mi abuelo estaba jugando con David y Jorge, sonreí al ver que se divertían.

Me parece frustrante el tener que contar lo que sucedió cuando mi abuelo se enteró de lo ocurrido, se puso furioso y quiso golpear a los responsables, aunque, a uno lo asesine en defensa propia y el otro está detenido hasta el día del juicio.

De un momento a otro, empiezo a marearme y decido apoyar ambos brazos en el reposabrazos para intentar calmar los mareos.

No es la primera vez que me sucede eso; sin embargo, me empieza a dar un poco de miedo.

—Alexia, ¿estás bien? —escucho preguntar a mi tía cuando pasaba por mi lado, lavando lo que usaría para cocinar— ¿Estás mareada?

—Sí, un poco, debe ser porque no he dormido bien —respondí con los ojos cerrados y me levanté con cuidado de no caerme—. Será mejor que me acueste, cuando esté la cena hecha me avisas, por favor.

Antes de retirarme, dejé mi vaso junto a la cuchara en el lavadero para poder ir a descansar un poco.

Ella asintió, observando me preocupada, entré a la habitación en donde también se encuentra mi abuela y me recosté en la cama de mi tía.

—¿Estás bien, cariño?

—Sí, mami. Solamente estoy algo mareada, debe ser porque no dormí mucho.

—Descansa, Alexia.

—Igualmente. 

Cerré mis ojos y suspiré antes de empezar a relajarme para tratar de dormir un poco.
Los minutos transcurren como si de horas se tratasen y noto lo hinchado que siento mi cuerpo, probablemente mi periodo se acerca.

Quedé sumida en un profundo sueño después de muchos intentos...

[...]

—¡Alexia!

Escuché el grito de mi tía y rápidamente me puse de pie, aunque tropecé al hacerlo y casi terminé cayendo, pero, por suerte pude sostenerme de la cama de mi abuela, cierto, ella ya no está ahí.

—Mm, ¿sí? —interrogué al salir de la habitación y apagar las luces, tallé mis ojos junto a un bostezo por parte mía.

—Ya está la cena, floja —dice un poco burlona mientras trae platos con la comida para cada uno—. Tienes que dormir en la noche, ¡has dormido una hora! 

Abrí mis ojos a más no poder, ¿en serio?

No me considero una persona perezosa, puede que me guste embutir variados sabores de helado y sodas, pero, dormir no es mi pasión. 

No, no.

Empecé a comer mi hamburguesa casera, realmente tenía hambre y me había antojado de querer comer esta delicia desde hace unos días al ver una propaganda de Bembos, aunque, mayormente son anuncios falsos porque el pan termina siendo más pequeño que la pelota de David.

Parece chiste pero es anécdota.

Al terminar de comer, fui con los niños a jugar y, a su vez, esperando a que ya pueda ir a dormir, es raro pero me siento muy exhausta.

Y ya mencioné anteriormente que no soy admiradora del sueño, pero, bueno, siempre hay una primera vez para todo, supongo.

Sí, lo sé muy bien.

Después de jugar un considerado tiempo, los niños se cansaron y eso significaba que también podía irme a dormir, ¡sí!

Bueno, iba a hacer eso, pero, empecé a sentir náuseas, por lo que coloqué ambas manos en mi boca, di una arcada y empecé a correr rápidamente hasta el baño, me encerré y me coloqué de cuclillas para empezar a vomitar.

Dios, qué asqueroso.

Algunas lágrimas se quedaron por debajo de mis párpados a causa de la fuerza que me dio los impulsos a... causar tremendo desastre.

—¡Alexia! ¿Estás bien? —escuché preguntar a mi madre desde afuera.

Solamente me quedé pensativa mientras observaba la nada, de pronto, empecé a llorar.

¿Qué demonios pasa conmigo?

—Ah... Sí, solamente... Creo que ya vendrá pronto mi periodo —respondí mientras me levantaba de manera cuidadosa y giraba la palanca con la tapa cerrada—. Creo que necesitaré pastillas, esta vez los síntomas sí me están afectando más que otras veces. 

Me lavé las manos y me cepille los dientes, antes de salir del baño, agarré el perfume de mi tía para darle un mejor olor al lugar, luego, me retiré.

—Claro, mejor anda ve a dormir, descansa. —recomendó con una pequeña sonrisa y asentí.

Me despedí de todos con un beso en la mejilla, luego, entré a la habitación que compartía con mi abuela y me cambié de ropa, luego, me acosté en la cama. Comencé a sentir dolores en la parte baja de mi vientre.

Esto empezaba a ser insoportable.

Dios, los cólicos eran fuertes pero nunca sentí uno a este nivel de dolor.

Me quejé y decidí cubrirme todo el cuerpo, tal vez así se calmaba los cólicos, nunca es seguro con esto.

De pronto, el sueño vino a mí y me adentré en un profundo sueño...


Estaba en una linda casa, sencilla pero cómoda y habían dos niños adentro, eran mellizos, además de ser muy tiernos.

Sonreí y me acerqué más a ambos niños, ellos me miraban con curiosidad y luego sonrieron, se acercaron corriendo hacía mí, algo que me sorprendió un poco.

—¡Mamá! —gritó la niña al verme y se abalanzó hacía mí.

¿Qué?

—Sí es bonita, ¡te lo dije!

—Es cierto... Nuestra mamá es bonita. —continuó el pequeño niño observando me sorprendido.

—Te queremos mucho —dijo la pequeña mientras me abrazaba, su hermano repitió la acción—. Muy pronto iremos a verte en persona, creo que aún no lo sabes.

¿Madre? ¿Qué?

—Ah... Pequeños, creo que se confunden de persona, yo no tengo hijos —les dije intentando alejarlos de mí, pero, ignoraban eso y seguían abrazándome—. Niños, en serio, no quiero hacerlos sentir mal, pe... —fui interrumpida por la niña, quien comenzó a hablar.

—Aún no nacemos, tú estás embarazada, mamá.

—Eso... eso es imposible. —respondí estupefacta y comencé a alejarme de ellos.

Demonios, demonios.

Vi que ellos hicieron gestos de tristeza, y por alguna extraña razón, me dolió verlos así.

Y si es verd...

¡No! ¡Claro que no, es mentira!

Luego de eso, todo se volvió negro, nuevamente.


N/A: ¡Hola! Espero que les guste el libro, muy pronto, esto dará un cambio :)...

Aceptando Sus Reglas.© [#1] (VERSIÓN ANTIGUA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora