Capítulo cinco: en la escuela

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Era el primer día de clases donde los jóvenes humanos y ans tendrían que estudiar juntos, en este caso, en una preparatoria habían sido organizados de esta forma: los humanos entraron a las seis y media de la mañana para que estos entraran a las aulas, entonces a las siete entraban los ans para estudiar en los jardines, explanadas y comedores. Las personas los veían a través de las ventanas impresionados y los ans les devolvían las miradas, pero rápidamente algunos habían hecho conversación hasta que algún maestro intervenía.

La gran mayoría de los alumnos no prestaban atención a la clase, en cambio, pensaban en que pasara cuando suene el timbre, comer y descansar ya no tenía ningún valor esta vez, solo el de convivir. Los maestros entendían perfectamente su situación, dejaban de enseñar para entonces hablarles sobre los eventos ocurridos desde que ambas especies se conocieron complementándolo con la igualdad y la discriminación (conversando también el porque los ans están afuera y los humanos adentro), una larga conversación entre maestros y alumnos que hizo que el tiempo pasara rápido. Entonces sonó el timbre.

Los maestros dividieron a sus alumnos en dos, buscaban controlarlos hasta que todos terminaran de comprar en la cooperativa para que finalmente se acercaran a convivir de manera mixta; sin embargo, los alumnos más extrovertidos, desobedecieron a sus maestros para convivir de inmediatamente hasta que todos imitaron a sus compañeros. Al final, los maestros solo veían sonrientes (uno o dos preocupados y atentos).

Parecía una fiesta, todos estaban felices de conocerse ya que encontraban tantas similitudes como para hacerse amigos de inmediato. Se dejaban manosear el pelo, la piel, las escamas y las plumas porque les ganaba la curiosidad, no había ningún problema en ello para ninguno de los dos porque era un acuerdo mutuo; Inclusive se compararon en habilidades de velocidad, de fuerza, inteligencia y creatividad sin embargo nunca fue una competencia. Un grupo de chicas se tomaban fotos con los carnívoros, un grupo de ardillas jugaba futbol con unos muchachos, y un loro tímido logro hacer conversación con una chica tímida. Hasta que de pronto, se escuchó un rugido; los maestros y alumnos voltearon hacia esa dirección: un tigre retenía a un muchacho en el suelo, él se veía asustado pero ninguno de los dos hacia nada, hasta el tigre se rio.

-Yek-dijo una chica iguana que acomodaba su pelo- Lo asustaste.

Solo entonces el muchacho que estaba en el suelo se rio junto con el tigre y ambos se levantaron. Eso no quito que los maestros les llamaran la atención.

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