Capítulo 6

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El sol apenas ha salido para cuando unos violentos golpes sobre la madera de su puerta despiertan a Helena. El estruendo se escucha por todo el loft cada vez más fuertes y ansiosos. Aún un poco desorientada se pone de pie dejando atrás la calidez de su cama y se apresura hasta el recibidor. Los golpes retumban en sus oídos haciendo que el corazón se acelere. Todo está oscuro por lo que tiene que concentrarse en no chocar con ningún mueble durante su recorrido.

¿Quién será a estas horas?

Está tan cansada que apenas le parece que han pasado un par de horas desde que Niall la dejó en su casa, pero los primeros rayos de sol en el horizonte le indican que casi debe ser su hora de despertarse.

Los golpes se hacen más sonoros a medida que se aproxima hacia la puerta, el pequeño marco de fotos que adorna la pared vibra descaradamente ante el persistente aporreo. Helena pasa la palma de su mano por sus ojos intentando aclarar su visión, le cuesta mantener los ojos abiertos. La puerta cede haciendo que los estruendosos golpes cesen. La persona que se encuentra tras la madera no es otra que Alex, su novio.

Un fuerte olor a alcohol inunda sus fosas nasales, está ebrio, muy ebrio. El chico se apoya sobre el marco de la puerta para mantener el equilibrio, sus ojos están entrecerrados en un intento de acostumbrarse a la oscuridad que inunda el edificio y su camisa se encuentra descuidadamente abierta hasta la altura de su ombligo. La sorpresa en Helena es bastante obvia, jamás ha visto a Landon en ese estado. El chico la mira de arriba abajo durante lo que parecen horas, no dice nada. El silencio reina completamente.

"Lo voy a matar" gruñe Alex. El corazón de Helena comienza a latir de forma desmedida. La voz de Landon es tan profunda y firme que la asusta. "Como esté ahí dentro voy a acabar con él" Se tambalea suavemente a pesar de seguir apoyado sobre el marco de la puerta.

"¿Q-qué dices?" Traga grueso intentando controlar el miedo que deja entrever su voz "¿De quién hablas?"

Landon sonríe de forma cínica. Con un torpe movimiento desliza su móvil fuera del pantalón y batalla un poco para desbloquearlo. Su cara se ilumina levemente. Ojeras y grandes bolsas bajo sus ojos le indican a Helena qué el chico no ha estado en casa.

La luz del móvil se vuelve hacia Helena. Tiene que cerrar los ojos unos segundos para acostumbrarse a la repentina claridad. Poco a poco va reconociendo su rostro en una foto, es algo borrosa pero puede reconocer perfectamente su rostro y el de Niall. Es una foto de esta noche.

El chico vuelve a girar la pantalla hacia él,observándola con detenimiento. A pesar de su ceño fruncido y labios violentamente presionados, puede ver un atisbo de tristeza en sus ojos, aunque no se atrevería a confirmarlo.

"Era una cena de trabajo" es todo lo que consigue decir. A pesar de querer darle todas las explicaciones necesarias para calmar al chico, su cabeza comienza a estar demasiado cansada de sus celos sin fundamento. "No hay nada Alex, es mi cliente"

Una risa ronca brota de los más profundo de su garganta.

"Vas a despertar a los vecinos"

"Me importan un carajo los vecinos"

El tono de voz es tan elevado que la obliga a dar un paso atrás. La situación comienza a salirse de control.

"No me dijiste nada" El reproche es bastante claro.

Helena duda por unos segundos su respuesta. Es cierto, no le dijo nada. No quería decirle nada, lo único que quería era evitar esto.

"Es trabajo" vuelve a argumentar pobremente.

"Siempre te ha gustado implicarte demasiado en tu trabajo ¿verdad?" Una sonrisa socarrona la avisa de que su siguiente comentario va derecho a herirla "Por eso me haces tenerte tan vigilada. Te encanta que sea así" El brillo en los ojos de Alex le indica que cree cada palabra que está diciendo y lo qué es peor, qué todo esto es su culpa. Ella ha creado al monstruo que tiene ahora ante sus ojos.

If I can't have youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora