La tensión puede palparse en el ambiente. Intimidada ante la oscura mirada de Collins revuelve entre su plato de pasta con el tenedor, aunque su estómago se encuentra completamente cerrado agradece que Nate se preocupase en hacerle la comida esta mañana. El despacho de su jefe es más grande de lo que recordaba, solo había tenido el placer de entrar dos veces cuándo llegó al bufete para mantener algunas reuniones necesarias para su adaptación a la empresa. A pesar de que ahora conoce a Collins, el lugar le causa los mismos escalofríos que la primera vez que entró. Su jefe parece evaluar con la mirada cada uno de sus movimientos y debe reconocer que la pone malditamente nerviosa ¿A qué ha venido esta reunión? Podría haber comido en su despacho como hace a diario. Pincha un macarrón perezosamente dispuesta a llevárselo a la boca pero vuelve a dejarlo sobre el plato, el fuerte ambientador con aroma a lavanda le da arcadas.
Su paciencia está llegando al límite ¿qué se supone que hace aquí? Tiene mejores cosas que hacer, eso seguro. Armándose de valor decide enfrentar su mirada con la de Collins que permanece estático en su silla pasando el dedo pulgar contra su incipiente barba. Aunque sus ojos se posan sobre ella, Helena podría jurar que sus pensamientos están perdidos en el vacío. La situación se ha vuelto notablemente incómoda para Helena, aunque Collins no parece consciente de ello.
Un carraspeo por parte de la chica consigue sacar a Collins de su ensimismamiento. Una leve sonrisa se dibuja en sus labios cuándo sus miradas vuelven a encontrarse.
"¿Qué tal va todo Helena? Hace mucho que no hablamos" Se acomoda en la silla echándose contra el respaldo de esta.
Collins tiene razón, hace mucho que no hablan, pero tampoco es como si hubiesen tenido la oportunidad o la necesidad de hacerlo.
"Bien" le da una sonrisa con boca cerrada como respuesta. No sabe a que viene esta reunión improvisada, pero Collins siempre hace las cosas por algo y esta vez está segura de que no es diferente. Ambos tienen cosas más importantes de las que ocuparse que charlar sobre su vida en horario de trabajo. "¿A qué viene esto?" La curiosidad puede con ella. Muerde la punta de su lengua al ver la expresión sorprendida de su jefe ante su indiscreción. Quizás haya sido demasiado directa.
"Nada, solo quería saber como te estás adaptando" encoge sus hombros restándole importancia y se inclina sobre la mesa apoyando sus antebrazos. "El otro día tuve el placer de hablar con el señor Horan y me comentó que está muy contento con tu trabajo y que eres una gran compañera de fiesta. En sus propias palabras, eres una mujer muy especial" esboza sonrisa lasciva.
Así que la reunión se debe a esto.
No puede evitar querer golpear a Niall en estos momentos por hablarle a su jefe de su vida privada. Él siendo una figura pública, debería saber mejor que nadie lo que es la privacidad.
Helena se retuerce nerviosa en su lugar mientras intenta dar con algo ingenioso que decir para salvar la situación, pero las palabras de su jefe se atascan en su cabeza evitando que sus pensamientos fluyan con normalidad. Últimamente el rubio está siendo el principal culpable de sus dolores de cabeza.
"Linda" el apelativo cariñoso de Collins la hace ponerse en alerta, no es propio de su jefe llamarla así. "No me meteré en tu vida privada" Helena toma esto como una señal de que efectivamente va a meterse en la vida privada justo en este momento "Pero las noticias en esta ciudad vuelan, creo que ya te habrás dado cuenta" se inclina para sacar de un cajón bajo su escritorio la revista en la que salen ella y Niall en primera portada tras la fiesta de Halloween. La mira con una sonrisa antes de deslizarla por la mesa en su dirección. Helena ya la ha visto, no necesita que vuelvan a mostrársela "Con esto quiero llegar a que tienes la suerte de estar haciéndote un hueco es esta ciudad y que personas de renombre confíen en ti, no la cagues"
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If I can't have you
FanfictionEs increíble como toda tu vida se puede desmoronar de un momento a otro. La gente lo llama punto de inflexión, pero a mí me gusta llamarlo precipicio. Es ahí donde te das cuenta de que todo por lo que has luchado puede desaparecer, dónde aprendes qu...